Pedro Benalcázar incursionó en el bicicrós a los seis años. El 2016 y 2018 fue campeón mundial de BMX, en las categorías de 12 y 14 años. Cortesía
Pedro Benalcázar tuvo una suerte de curso intensivo de inglés en los últimos cuatro meses. Su estadía en la casa del bicicrosista estadounidense Cole Tesar, en Carolina del Sur (EE.UU.), le permitió aprender más rápido y, además, tenía la obligación de hacerlo.
“Cuando llegué de Ecuador para alojarme en la vivienda de Cole tenía problemas para entender lo que me decían, pero ahora ya me defiendo con el inglés”, comenta el seleccionado de 16 años. A su criterio, el inglés se asimila mejor cuando se convive con personas que hablan ese idioma.
Benalcázar viajó a Carolina del Sur a inicios de marzo pasado. Lo hizo con la idea de optimizar su preparación para el Mundial de Bicicrós, previsto entre el 26 y 31 de mayo en Houston-Texas. Sin embargo, se suspendió por la pandemia. También tenía un Panamericano en Perú.
El cuencano llevaba dos semanas de prácticas en Carolina del Sur cuando se cerraron las pistas debido al confinamiento. Sus padres: Darwin Benalcázar y Manuela Guerrero, intentaron traerlo de regreso a Ecuador, pero fue tarde porque empezaron las restricciones en los aeropuertos.
Benalcázar aprovechó su estadía en ese país para estudiar y seguir su preparación pese a las restricciones por la cuarentena. Desde hace tres semanas ya se entrena en la pista de Rock Hill, que está a 30 minutos de su actual residencia.
Incluso el pasado 19 y 20 de junio compitió en el ‘Carolina Nationals’, siendo el ganador de la categoría de 16 años expertos. Todos sus rivales son estadounidenses y de gran nivel. Pasó la primera fase, cuartos de final, semifinal y finales. De los ocho finalistas, Weston Meurlot y Tyler Henry, terminaron segundo y tercero.
Los resultados oficiales, incluidas fotografías del ecuatoriano, aparecen en la página web oficial del torneo: www.usabmx.com. Benalcázar corrió con el número 394. Pedro José, de 1,77 metros de estatura, se mantiene en contacto con su familia y pese a ello extraña a sus padres y dos hermanas: Margarita y María Paz, de 18 y 14 años. La menor es nadadora. Le hace falta la comida que prepara su madre.
El bicicrosista siguió sus estudios sin interrupciones durante su permanencia en Carolina del Sur. Las clases se realizaron de manera virtual por la pandemia y eso le favoreció. El martes pasado terminó el primer año de bachillerato en la Unidad Educativa Rafael Borja, que es de Cuenca.
No tiene fecha de retorno a Ecuador porque en el país aún no se abren las pistas de bicicrós para entrenar. Él prefiere seguir en el exterior, aunque está consciente de que su padre deberá esforzarse más como transportista para cubrir su alimentación, estadía y otros gastos.