Renatta Moncada (centro), junto a sus alumnas cerca de la pista en los exteriores del estadio Reina del Cisne. Foto: Cortesía Renatta Moncada
Renatta Moncada incursionó en la dirección técnica después de competir en cinco mundiales como seleccionada nacional de patinaje de velocidad. Tiene 19 años y pese a las sugerencias de que aún es joven para retirarse, decidió terminar su ciclo como deportista de alto rendimiento.
Hace dos meses abrió una Escuela de Patinaje que lleva su nombre y cuenta con 25 alumnas de entre 4 y 12 años. Ellas se entrenan en la parte posterior del estadio Reina del Cisne, en Loja, en donde se improvisó una pista de patinaje. Los horarios, según las categorías, van de 15:00 a 18:00.
Entre los motivos para dejar las competencias están sus estudios superiores. Es alumna del primer año de Derecho en la Universidad Internacional del Ecuador, extensión Loja. Las clases se realizan por la mañana y en la tarde se dedica a su nuevo emprendimiento.
Renatta se inició en el patinaje de velocidad a los siete años. En poco tiempo empezó a sobresalir a escala provincial y entonces fue considerado para los certámenes nacionales. El 2012 consiguió su primera medalla de oro en los Juegos Nacionales de Menores.
A los 14 años se clasificó para su primer Sudamericano Prejuvenil, en donde alcanzó el bronce. Un año después, consiguió el cupo para su primer Mundial Juvenil, en Rosario, Argentina. Allí se ubicó 16.
Después intervino en los mundiales juveniles de Taiwán (2015) y Nanjing (2016 y 2017), ubicándose entre las 12 mejores. El 2017 alcanzó la medalla de bronce mundial en la relevos ruta, junto con la pichinchana Gabriela Vargas y la imbabureña Victoria Vinueza.
El año pasado se estrenó en un Mundial Absoluto, en Holanda. Allí terminó 18, siendo su despedida de las carreras internacionales de patinaje. Su experiencia mundialista lo define como algo indescriptible, porque le permitió representar al país y conocer países con diferentes culturas.
Durante seis meses del 2018, Renatta se entrenó y residió en Guayaquil. Sin embargo, “no me adapté, extrañaba a la familia porque siempre fui apegada a mis padres, sufrí”.
Después de esa experiencia decidió alejarse de las competencias con el apoyo de sus progenitores.
La lojana integró el Plan de Alto Rendimiento, entre el 2017 y 2018, por terminar séptima en el Mundial del 2016, por la medalla mundial de bronce y el tercer lugar panamericano del 2017.
En sus 12 años como patinadora sufrió una lesión grave y fue en el Mundial del 2015 en Taiwán. Por una fractura de la clavícula no corrió algunas pruebas del calendario de competencias. Dos meses estuvo fuera de las pistas.
Entre las anécdotas recuerda que, en el 2017, ella y otros patinadores se perdieron en el aeropuerto de Beijing (China) y pese a las carreras por alcanzar el vuelo a Nanjing no lo consiguieron. Se quedaron para alojarse en Beijing y al día siguiente viajaron a la sede del torneo.
Moncada está ilusionada con su nuevo desafío. La idea es seguir un proceso con sus dirigidas para conseguir, en poco tiempo, nuevos talentos del patinaje que representen a Loja y al país. En lo académico quiere especializarse en Derecho Internacional.