Los deportistas se caracterizan por su pasión, perseverancia y disciplina. Dedican varias horas del día a entrenarse duro para lograr sus metas. Pero, en muchas ocasiones, se les dificulta seguir los estudios formales.
Por ello, la Universidad Internacional de La Rioja, en conjunto con la Fundación Cofuturo, entrega becas a los deportistas de élite, como parte de la iniciativa ‘Nuestro Futuro, Nuestros Sueños’, que busca impulsar proyectos de responsabilidad social educativa en Ecuador.
Este beneficio se entrega a los deportistas que han cosechado medallas en diferentes disciplinas, como Neisi Dajomes, primera mujer medallista olímpica de Ecuador en halterofilia, o la ajedrecista Martha Fierro, gran maestra internacional.
La académica y exvicepresidenta del Ecuador, Rosalía Arteaga, es la presidenta del Consejo Social de esta entidad. Ella explica que estas becas se entregan desde 2019 y hasta la fecha se han beneficiado 14 deportistas.
Para ella, estas becas contribuyen a que los deportistas que no pueden completar sus estudios universitarios por los entrenamientos puedan hacerlo de forma ‘online’ y con horarios flexibles. La fundación se encarga de seleccionar a los deportistas en función de su desempeño internacional. Además se busca el equilibrio entre hombres y mujeres.
“Es necesario que los deportistas, además de su carrera deportiva, tengan otros horizontes, generalmente sus carreras como deportistas terminan pronto y requieren tener una carrera universitaria, dice Arteaga.
Horarios permiten entrenamientos
El ciclista carchense Elvis Cotacachi es uno de los beneficiarios de estas becas. En septiembre empezará a estudiar Leyes en un horario vespertino y en las mañanas seguirá con sus entrenamientos para concretar su objetivo de correr una carrera en Europa.
Este joven de 22 años completó en 2021 su tercera vuelta al Ecuador, como parte del equipo de Jonathan Narváez. Se graduó hace tres años del bachillerato en Ciencias Sociales, en la Unidad Educativa Fiscomisional Hermano
Miguel-La Salle.
Sus padres quisieron que ingrese a la universidad ese mismo año, pero gracias al consejo de Richard Carapaz, su amigo personal, decidieron esperar e impulsar su carrera ciclística.
“Soy el primer indígena que se convierte en ciclista profesional y fue muy emocionante completar mi tercera vuelta al Ecuador”, dice Cotacachi.
La beca que obtuvo fue precisamente por ese mérito deportivo y ahora dice que la aprovechará al máximo, pues en unos años, cuando deje el ciclismo, aspira a ejercer la abogacía.
Otra de las deportistas que pudo cursar un máster con una beca es la nadadora de aguas abiertas Sara Palacios. Ella escogió un MBA que está a punto de finalizar y le dio herramientas para gestionar mejor su emprendimiento
de eventos deportivos.
Antes de cursar su máster lo intentó en un par de ocasiones, pero lo dejó por falta de tiempo para conjugar sus actividades deportivas con la maternidad y los estudios. Lo que más le benefició fue su programa 100% ‘online’, pensado en las personas que trabajan.
‘Debe haber algo más allá del deporte’
Sara Palacios, nadadora de aguas abiertas
La educación ‘online’, que surgió más en la pandemia, es una alternativa para nosotros. El hecho de hacer deportes no quita el hecho de estudiar; y por más que seas bueno en una disciplina, debes tener educación y por eso creo que es súper importante que exista este tipo de becas.
A veces dices esta persona es buena en tal deporte y en eso está su vida, pero debe haber algo más allá de eso, porque también el deporte tiene limitaciones en el sentido de que con el pasar del tiempo ya no lo vas a practicar con la misma intensidad. Me parece chévere este reconocimiento a personas que ya nos sacrificamos bastante entrenándonos y tener estas facilidades para desarrollarnos en el tema académico.