Uno de los grandes misterios del alpinismo podrÃa empezar a ser resuelto después de 100 años, una vez que un equipo de National Geographic, al parecer, encontró una parte del cuerpo de Andrew Irvine.
Se trata de un pie que todo apunta puede pertenecer al alpinista Andrew Irvine, que el 8 de junio de 1924, junto al escalador George Mallory, fueron vistos por última vez mientras intentaban convertirse en los primeros en llegar a la cima del Everest.
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No existe un registro si Irvine y Malloy lograron llegar a la cima, por lo que este reconocimiento está en manos de Tenzing Norgay y Edmund Hillary, quienes 29 años más tarde coronaron el pico más alto del mundo. Por lo que con este hallazgo se abre el debate entre los historiadores del montañismo sobre la posibilidad de que los ingleses Irvine y Malloy fueron los primeros en coronar el monte más alto del mundo (8,849 m.s.n.m.).
Irvine y Malloy intentaron su ascenso bajo de la cara norte del Monte Everest, en una amplia extensión del glacial Rongbuk Central.
Según relata National Geographic, los restos de Mallory fueron encontrados en 1999, pero los de Irvine no, por lo que sigue siendo una incógnita si los dos británicos finalmente lograron su objetivo.
La familia de Irvine proporcionó una muestra de ADN para corroborar si el pie encontrado pertenece al alpinista, aunque el equipo que halló los restos está casi seguro que se trata del joven que tenÃa 22 años cuando pereció.
¿Cómo fue el hallazgo?
En septiembre, una expedición de National Geographic, comandada por el fotógrafo Jimmy Chin, y los cineastas y escaladores Erich Roepke y Mark Fisher, halló la bota. En su interior encontraron un pie que inmediatamente relacionaron con Irvine.
“Levanté el calcetÃn”, dice Chin, describiendo el momento, “y hay una etiqueta roja que tiene A.C. IRVINE cosido en él“.
Chin relata que él y sus compañeros reconocieron la importancia del momento al unÃsono. “Literalmente, todos corrÃamos en cÃrculos soltando tacos”, cuenta el fotógrafo en un amplio informe que fue publicado en el sitio web de National Geographic el 11 de octubre de 2024.
Chin agrega que “es la primera vez evidencia real de donde terminó Sandy“, como también era conocido Irvine, dando un paso trascendental para empezar a dar respuestas a sus familiares y para que el mundo del alpinismo resuelva uno de los misterios sin resolver durante décadas.
La primera pista que hallaron fue una botella de oxÃgeno que tenÃa marcada la fecha de 1933, que perteneció a una expedición que encontró en ese año un objeto que pertenecÃa a Irvine, pero que también fracasó en su intento de llegar a la cima.
El propio fotógrafo relata que el hallazgo se dio de forma “fortuita”, puesto que en el lugar donde hallaron la bota el hielo se habÃa derretido una semana antes.
Desde entonces, relata la BBC, el pie ha sido retirado de la montaña debido a la preocupación de que los cuervos lo estuvieran acechando, de acuerdo a reportes, y se entregó a las autoridades de montañismo chinas que gobiernan la cara norte del Everest.
¿Quién era Irvine?
Irvine provenÃa de una familia de clase media alta en Cheshire, Inglaterra; era guapo y atlético, un remero estrella en Oxford.
Aun asÃ, Irvine ha sido a menudo objeto de crÃticas por carecer de experiencia técnica en montañismo antes de llegar a la montaña en 1924.
Según se informa, probablemente sufrÃa de una discapacidad de aprendizaje como la dislexia que lo obstaculizaba como lector, pero tenÃa talento mecánico y sobresalÃa en matemáticas e ingenierÃa.
Cuando se unió a la expedición, fue nombrado inmediatamente para servir como oficial de oxÃgeno, y ayudó a mejorar el diseño de los cilindros de oxÃgeno del equipo.
Se ganó su lugar en el equipo de la cumbre a fuerza de voluntad y destreza atlética. “Irvine”, escribió el lÃder de la expedición E.F. Norton en The Fight For Everest, “era grande y fuerte, con hombros finos y piernas comparativamente ligeras”.
Summers dice que Mallory probablemente valoró la deferencia de Irvine hacia el escalador mayor. Irvine era totalmente leal a Mallory, dice Norton, en el amplio texto de National Geographic.
FotografÃa de Jimmy Chin/National Geographic.
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