Andrés Montaño ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos 2019. Foto: cortesía Secretaría del Deporte
Siente satisfacción por el resultado. “La medalla de oro nos deja contentos, pero más aún por cómo lo logramos. Hicimos una preparación física y técnica buena. Queríamos evaluar cómo estábamos en el ámbito competitivo”, dijo el ecuatoriano Andrés Montaño.
El luchador, de la especialidad grecorromana, alcanzó la medalla de oro en el torneo Matteo Pellicone, el cual se disputó la semana pasada en Roma, Italia. Se trató de un torneo que le permitió sumar puntos para el ranking de referencia para los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Realizó cuatro combates, tres de ellos los ganó con marcadores amplios: a Jui Chi Hang, de Taipei (9-0); Stig-Andre Berge, de Noruega, (11-0), y Dymitro Tsymbaliuk, de Ucrania (9-0). En la final superó a Érik Torba, de Hungría (8-6). “Los cuatro combates fueron duros, pese a los marcadores. Contra el noruego, estimo fue el combate más duro”.
Stig-Andre Berge alcanzó la medalla de bronce en los pasados Juegos Olímpicos 2016.
Montaño retornó al Centro de Alto Rendimiento en Durán porque se viene el Torneo Preolímpico que se realizará en Canadá.
El evento será en marzo. En estos dos meses espera continuar con su cronograma de trabajo con su nuevo entrenador, el cubano Manuel Rubio. “Lo conocía de hace muchos años. Dirigió a las selecciones de Cuba y de México”.
Los dos vienen trabajando desde noviembre del 2019, cuando empezaron la preparación física. El torneo de Roma fue su primera competencia oficial del año. Tras estos primeros resultados, se analiza la posibilidad de un viaje a Estados Unidos para realizar un campamento.
Lo que más destaca en Ramírez es el espíritu competitivo que le transmite. “Queremos lograr el cupo a los Juegos Olímpicos, para ello estamos trabajando. El cambio de entrenador ha sido positivo para mí. Me siento bien con su sistema de trabajo, tengo más confianza”.
Se entrena dos veces al día, incluye sesiones de pesas para fortalecer y musculatura y en el gimnasio para perfeccionar la técnica y los movimientos. En el ámbito internacional, entrenadores y deportistas lo reconocen como un experto en suplex, una toma que hace la perfección: en fracciones de segundo abraza al rival, lo toma por la cintura, lo eleva y luego lo hace caer a la colchoneta.
El esmeraldeño, de 29 años, comenzó a practicar la lucha cuando tenía 8. Lo hizo en un gimnasio del barrio Venecia, en Esmeraldas, que era una alternativa para los jóvenes por los problemas sociales que había en las calles de ese popular sector. Lo tomó como un juego infantil, porque “me gustaba mucho luchar”.
Practicó la modalidad libre y lo hizo por cuatro años con el cubano José Rodríguez, quien retornó a su país. Conoció a César Ramón Carracedo, quien le pidió que se cambiara a la modalidad grecorromana.
En el Preolímpico de Canadá tendrá como rivales a los mismos deportistas que acudieron a los Juegos Panamericanos de Lima y donde logró la medalla de oro, el año pasado.