El triunfo que Óscar Sosa consiguió en el torneo Sudamericano de kickboxing el 18 de septiembre anterior le permitirá disputar el campeonato mundial del 2011. Para Sosa será su segundo mundial y quiere ganarlo tal como lo hizo en el 2008. El deportista de tez canela y de contextura delgada se aficionó por las artes marciales y el box desde niño. Carlos Sosa, padre, no estuvo de acuerdo. Él intentó alejarlo de esta afición. “Siempre le dije que era muy duro dedicarse al boxeo y a los combates de fuerza, y que era mejor que se dedicara a estudiar”, cuenta su padre. Óscar no insistió, pero a los 14 años mientras combinaba los estudios con clases de taekwondo en el Instituto Mejía, su entrenador Fernando Jaramillo se fijó en su habilidad. Lo preparó para un intercolegial de Quito en 1990. Óscar combatió con un deportista del Colegio Montúfar y obtuvo la victoria. Al año siguiente también lo hizo contra un estudiante de la Academia Eloy Alfaro. Para perfeccionar el taekwondo ingresó a la Facultad de Educación Física de la Universidad Central. Fue entrenado por Medardo Salazar por cuatro años. Este intuyó que el joven tenía ganas de seguir en esta disciplina. En el 2006, Javier Sánchez, campeón mundial de kickboxing lo animó a cambiarse. Hoy es amante de la mezcla el boxeo, karate y taekwondo.Sosa sonrió y mientras cruza sus manos hacia su pecho cuenta que al inicio fue difícil adaptarse a pegar con los puños y contrastar con los pies. “Tuve que practicar más de dos horas al día”. Debido a que este deporte es amateur, Óscar buscó una profesión y presentó carpeta para enrolarse en la Policía Metropolitana, en Quito, en el 2001. Por sus estudios y sus destrezas para la defensa personal fueron aceptados. Hoy es parte de la seguridad del alcalde de Quito, Augusto Barrera.Sus compañeros de la Policía Metropolitana destacan su disciplina y compañerismo. “Siempre está presto a colaborar y es un buen amigo”, expresó Rolando Mosquera. El último miércoles junto a Sosa los 17 policías metropolitanos entrenaron con Jorge Troya, cinturón negro de taekwondo. Él comentó que Sosa es rápido y que tiene una técnica para combatir. Desde el 2007, Sosa ha procurado llegar a los primeros lugares en los torneos locales, nacionales e internacionales. En el 2008 ganó el Mundial de Argentina en la modalidad full contac. Para Óscar este último torneo por poco se convierte en el último de su carrera. Unos golpes que le propició uno de sus contrincantes, durante el combate, le dañaron las costillas y el pulmón izquierdo. Su padre Carlos Sosa, recuerda ese momento. “Fui a verlo al aeropuerto y tuve que sacarlo en camilla del avión y llevarlo en una ambulancia, estaba muy mal”. En el Hospital Carlos Andrade Marín, los galenos drenaron su pulmón izquierdo y salvaron su vida. Un año duró la rehabilitación del pulmón izquierdo. Su esposa Lorena Vera lo cuidó todo el tiempo. “Mi nuera le dijo que se retirara de ese deporte, como padre le aconseje lo mismo, pero no hizo caso”, relata su progenitor. Él se sorprendió cuando Óscar dijo que quería retomar los entrenamientos y participar en otros torneos. “Solo le di la bendición”. Su triunfo en el Sudamericano de kickboxing, el mes pasado, lo entusiasmó”, agrega su padre. Si algo define a Óscar es su perseverancia, dice sin titubear Alejandro Reinoso, segundo jefe del Comando de la Policía Metropolitana. El trabajo de Sosa en ocasiones culmina a la madrugada y por lo que el deportista acomoda sus horarios para los entrenamientos en las noches. Lo hace en un gimnasio en Carapungo donde tiene tres instructores uno de ellos es Guillermo Cuaical. Él entrena junto a él. Su rutina de ejercicios se complementa con 5 km de trote diarios que realiza en el barrio La Morenita en Quito, desde las 04:00. Sosa con firmeza dice que el mundial programado para noviembre del 2011 será televisado desde el coliseo Rumiñahui y tendrá apoyo de la empresa privada.