Orejas para Enrique Ponce y Juan de Castilla, en Medellín

El español Enrique Ponce en acción, el sábado, en Medellín.

El español Enrique Ponce en acción, el sábado, en Medellín.

El español Enrique Ponce en acción, el sábado, en Medellín.

La última corrida del abono de Medellín se saldó con dos orejas, una para el maestro Enrique Ponce y otra para Juan de Castilla que, además estropeó una buena faena por el fallo a espadas.

Con una excelente entrada, rozando el lleno, se lidiaron toros de Ernesto Gutiérrez, de justa presentación, entre los que destacó el tercero que correspondió al diestro local.

Ponce saludó al primero de la tarde por verónicas cocidas a chicuelinas y rematadas con una revolera. El quite fue por verónicas a media altura con una revolera de cierre.

La faena de muleta tuvo templanza y aprovechó el torero y logró, entra tantas, una tanda superior. Al ensayar el toreo al natural se encontró con dificultades y pese a las pausas que imprimió apenas si consiguió una tanda de naturales intermitentes. Luego de otra serie de derechazos elegantes, el toro se quedaba corto y tras un abaniqueo remató con media estocada y otra tendida y trasera y dos golpes de descabello. Aviso y ovación con saludos.

En el cuarto de la tarde, de salida alegre, el torero de Chiva lo recibió por verónicas. Buen puyazo de Vilorio y quite clásico por verónicas y media. La faena de muleta la inició por doblones.
Siguieron series de derechazos y una de ellas rematada con circular.

Al intentar por naturales en toro recorta y aprieta al maestro y casi le coge. Con el toro queriendo rajarse logra una serie de derechazos, seguida de otra de buen tono. Al entrar a matar el toro se le echa arriba y Ponce acusa dolor en la mano. Oreja para el diestro y leves palmas.

El segundo en discordia del cartel rematado, fue Julián López, que recibió a su primero con verónicas de buen aire. Buena lidia de Ricardo Santana. El temple fue marca de las tres tandas de ‘El Juli’ de buena factura antes de pasarse la flámula a la izquierda donde primó la porfía ya que el toro se paró. Nueva serie con la derecha y otra por naturales antes de colocarse para una buena tanda con la derecha. Media estocada y otra entera y caída.

Lo más lucido del español con el quinto fue el quite por chicuelinas. Se esmeró pero no tuvo opciones. El toro parado apenas permitió una serie lucida con la mano derecha. Estocada entera y trasera.

De Castilla escribió las páginas más vibrantes con el buen tercero, de nobleza y bondad. Suaves verónicas de recibo, quite por chicuelinas. El torero regaló templadas y series de derechazos de gran factura. Naturales de estética en dos series en la segunda con tres pases de frente antes de volver a tomar la derecha con una serie más. Se volcó a matar y dejó una estocada entera que no fue suficiente y no pudo rematar con el descabello. Tres avisos y una ovación cerrada y cariñosa al torero.

Hizo el esfuerzo ante el segundo y logró cortar una oreja.

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