Agosto es un mes que se presta para múltiples actividades al aire libre, dadas las condiciones climáticas favorables que presenta. Si bien ha habido días sombríos con una temperatura ambiental inferior, y hasta han aparecido lluvias esporádicas, al menos en su primera mitad ha sido mucho más agradable que julio.
Estas condiciones animan a muchos motociclistas a emprender viajes por carretera. Algunos consisten en visitar ciudades cercanas y otros contemplan el paso hacia suelo colombiano o peruano. En ciertos casos, esos cruces fronterizos pueden ser solo el inicio de periplos más largos.
Pocas cosas resultan tan gratificantes para un amante del mundo de las dos ruedas como una travesía realizada bajo las condiciones más propicias. Es que a veces (más de las que se pensaría), el recorrido se disfruta más que la misma llegada al destino.
El control sobre la máquina, el desempeño que ofrece la misma y el sentirse parte del entorno son sensaciones únicas que hacen del motociclismo una actividad tan apreciada por sus practicantes. Y como el disfrute está estrechamente ligado a la seguridad, el uso de la indumentaria adecuada y las buenas prácticas de conducción son obligatorias.