Luego de revisar una lista de precios de vehículos nuevos de hace tres años en el mercado ecuatoriano, y de compararla con una actual, pude comprobar que algunos modelos se han incrementado en alrededor de un 30%. Esto obedece a varios factores, entre los cuales los aranceles desempeñan un papel fundamental.
Ante esa realidad, no pocas personas que antes acostumbraban a renovar sus autos cada cierto tiempo ahora no pueden hacerlo o al menos no con la frecuencia anterior. Si bien las marcas o las entidades financieras que trabajan con ellas continúan ofreciendo atractivos planes de pagos y plazos extendidos, las mensualidades hoy son mayores y eso, indudablemente, limita el acceso.
Las alternativas son varias. Una es adaptarse a las circunstancias y resignarse a hacer un desembolso mayor por un modelo cero kilómetros. Otra es voltear la mirada hacia el mercado de segunda mano, en el que también se aprecian subidas de precios pero en menor proporción.
Una tercera opción es conservar el auto actual por un tiempo más, pero procurando darle un buen mantenimiento para que siga brindándole fieles servicios y además conserve un buen valor de reventa.