En el transcurso de la presente temporada del Campeonato Mundial de Rally está sucediendo algo que hasta el año pasado resultaba impensable: los líderes del certamen son un piloto que no es Sébastien Loeb y un equipo que no es Citroën.
El francés Sébastien Ogier se impuso el pasado fin de semana en el Rally de Finlandia, octava prueba válida del torneo global, con lo cual obtuvo su quinta victoria en el 2013. Sus resultados se completan con dos segundos lugares en Mónaco y Argentina y una décima posición en Grecia, gracias a los cuales lidera con comodidad la clasificación general de pilotos.
Si bien estas cifras son contundentes, no son pocos quienes se preguntan si guardan relación directa con su talento, con las características del Volkswagen Polo R WRC que conduce o con el hecho de que el múltiple campeón Loeb decidió participar solo en cuatro carreras este año, de las cuales ya ganó dos, en otra quedó segundo y la cuarta se disputará en octubre en su natal Francia.
No obstante, el hecho de ver rostros nuevos en los podios del certamen es una ráfaga de aire fresco para los aficionados a ese deporte, para los demás pilotos y para las páginas de las publicaciones.