El campeonato de MotoGP, a estas alturas del año, se ha vuelto una lucha épica. Los gladiadores Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa ya ven que Marc Márquez no solo es el candidato a vencer, sino a llevarse una gloria y fama sin precedentes. Así lo demostró desde la primera cita de la temporada y no ha dejado de acelerar ni un solo instante.
Los sueños de los pilotos ya están en la recta final, solo faltan cuatro carreras y los principales gladiadores son el 93 y el 99 ¿Quién es el más rápido?, ¿quién tiene más carácter?,¿quién está más emocionado? Ambos son prisioneros de la persecución del sonido de la Yamaha o de la Honda.
En Aragón solo podía haber un ganador y eso quiso ser Lorenzo. El de Yamaha intentó aplicar la misma estrategia que utilizó en San Marino al escapar de Márquez, sacándole una distancia tal que el 93 no pudo acortar. Pero Márquez en Aragón llego como un tornado.
En el intento de sobrepasar a su compañero topó con su moto a la del 26, dejándola sin control de tracción. Pedrosa ‘voló’ por fuera de ella y cayó al piso. Tuvo que ser llevado en ambulancia hacia la enfermería, donde se descartó cualquier consecuencia lamentable.
Pero una caída como esa va más allá del dolor físico para un corredor como Pedrosa; el golpe mental y anímico debe ser devastador para ese gran maestro.
Adrenalina en cada recta y curva. Para llevar al límite una moto es fundamental respirar y estar concentrado en la línea perfecta de la trayectoria. Pero, ¿cómo puede Lorenzo conseguir eso si en cada vuelta le cuentan, en el cartel de los pits, que Márquez viene como un tren eléctrico sin frenos? El gran Valentino Rossi terminó desgastado, convertido en el ‘sparring’ de Álvaro Bautista, Cal Crutchlow y Stefan Bradl, sus perseguidores que van aprendiendo de su escuela, que marcó una era.
La velocidad del paso de los años también rebasa a Rossi, y aunque fue rápido en Aragón, Bautista ya es un fantasma que acecha al ‘Doctor’ en una moto no oficial. Rossi es un nombre gigante que juega al gato y al ratón con los nuevos pilotos que ahora ya saben cómo ir más rápido que este viejo ‘jet’.
¿Quién aguantará hasta el final en la próxima cita?, ¿dónde irán a parar el cerebro y el corazón del maestro Pedrosa, opacados por la llegada de este inesperado genio Márquez? Márquez es velocidad pura, Lorenzo es carácter y templanza. El podio del campeón está listo para cualquiera de ellos. Ir delante de Marc es entrar en zona de peligro, pues su corazón va más caliente que su Honda. Por ahora es él quien se está divirtiendo y eso lo hace un doble ganador.