Imagen referencial del exjugador de la NBA Jerrod Mustaf con los Phoenix Suns, tomada del portal Sports Illustrated
Sports Illustrated, la prestigiosa revista deportiva y propiedad del gigante de los medios de comunicación Time Warner, recogió y publicó el miércoles 17 de abril de 2019, una historia difícil de creer e incluso de digerir.
Se trata del exjugador de baloncesto Jerrod Mustaf, con 2,08 metros de altura y ocupaba la posición de ala-pívot e incluso vistió las camisetas de los New York Knicks y Phoenix Suns. Pero no solo eso, Mustaf además de jugar cuatro temporadas en la NBA, actuó en la liga griega, la liga francesa, la liga ACB, en Polonia y en Turquía.
La historia de Jerrod Mustaf según la prestigiosa revista deportiva, se remonta al lejano 14 de enero de 2017, mucho antes del inicio de los partidos entre los Wizards y los 76ers. En Washington se organizó una ceremonia con los aficionados del equipo para hacerle a Mustaf la entrega del Premio de Asistencia Comunitaria de Wizards Care (Wizards Care Community Assist Award) precisamente a Mustaf por “dedicación y compromiso con la comunidad”.
De acuerdo con el extenso reportaje recogido por Sports Illustrated, cuando los fanáticos entraron a la ceremonia, un hombre sorprendentemente alto, que llevaba una camisa de golf negra, gafas y una barba llena, que apenas dejaba entrever una sonrisa en su rostro, se acercó y aceptó el mencionado premio.
En los suburbios cercanos a Washington DC, Mustaf había pasado la mayor parte de su vida adulta trabajando con ‘Take Charge’ un programa de ayuda
a adolescentes -la mayoría afroamericanos-, para alejarlos del sistema de justicia penal. “Es la prevención de pandillas, la intervención en crisis, el liderazgo. . . . Últimamente son las distracciones de la tecnología “, dice. “Pero en realidad se trata de fortalecer a la comunidad”.
En aquella ceremonia, el exNBA habló en voz baja y autoritaria, pasó de un tema a otro, de “la injusticia inherente” de las sentencias mínimas obligatorias a “la sabiduría de las ciudades santuario”.
A primera vista, y como una conclusión a priori, es que la tranquila ceremonia de premios en 2017, marcó el final de lo que Mustaf vio como su exilio de la NBA, un ex jugador bienvenido después de años de buenas obras, un reconocimiento de que aunque podría ser un hombre de contradicciones, fue reformado.
Es decir, era la imagen de un hombre exitoso, digno de pertenecer a cualquier espacio, o en cualquier organización sin fines de lucro; no solo en el ámbito social sino también en el político. Pero nada estaba más alejado de la realidad. Los Wizards, campeones de la NBA en 1978, simplemente no se percataron de que de honraban a un hombre que, en otros estados de Estados Unidos, era considerado como un asesino prófugo de la justicia.
Siempre según Sports Illustrated, todo se inició cuando los Phoenix Suns derrotaron por 108-98 a los Chicago Bulls en el Juego 5 de Las Finales de la temporada 1993 de la NBA.
En ese entonces, Charles Barkley era una prominente figura del baloncesto y un joven Mustaf tan solo había jugado solo un minuto y sin registro estadístico. En aquella temporada, Mustaf nunca encontró la manera de ser el complemento de Barkley, como estaba llamado a ser, y se quejó de su escaso tiempo de participación en el equipo.
La policía de ese país, con el tiempo argumentaría que el enojo de Mustaf en aquella noche, no tenía nada que ver con el baloncesto. Una vez ya en postemporada, Althea Hayes, una conocida de 27 años de Mustaf, le dijo que esperaba un bebé suyo.
El exjugador, nacido en Carolina del Norte, alentó a Hayes a someterse a un aborto, pero Hayes, una mujer religiosa, se negó. Según Sports Illustrated, Mustaf le ofreció a Hayes USD 5 000 para terminar el embarazo, pero otra vez Hayes se negó. Amigos, familiares y hasta dos enfermeras afirmarían que Hayes se había vuelto temerosa de Mustaf por sus actitudes.
El 16 de junio de 2017, Hayes confirmó el embarazo tras una visita a una clínica y dos días después, llamó a Mustaf después del Juego 5, antes de que despegara el vuelo de los Phoenix Suns. Los registros obtenidos por Sports Illustrated indican que hablaron durante ocho minutos y -según los informes de los investigadores- Hayes le recordó a Mustaf sus planes para quedarse con el bebé.
Mientras tanto, en otro partido Los Bulls, vencían a los Suns en el Juego 6 de Las Finales de aquella época. Michael Jordan anotó 33 puntos en su última salida antes de su primer retiro y Mustaf se mantuvo en la banca de suplentes, un final apropiado para una temporada decepcionante.
Video: YouTube Canal: Jerrod Mustaf
La reacción de Mustaf, -nuevamente según los informes de los investigadores del caso y recogidos por Sports Illustrated- se describiría como “muy enojado”, hasta el punto de elegir sentarse solo en el vuelo a Arizona. Aunque
Mustaf más tarde afirmó que nunca se le había dicho que Hayes estaba embarazada.
Para la mañana del sábado 24 de julio de 2017, Alvin Hayes se había preocupado. Habían transcurrido dos días desde que alguien supiera algo de su hija. A las nueve en punto entró en el apartamento de Althea, en el suburbio de Glendale, en Phoenix, y allí, en el suelo de su habitación, encontró su cuerpo enroscado y en descomposición. Althea Hayes había recibido cuatro disparos, incluso una vez en la parte posterior de la cabeza. Falleció con un embarazo de tres meses.
Posteriormente, hubo un juicio por asesinato y una condena, pero Mustaf nunca enfrentaría cargos. Sin embargo, la policía estadounidense lo caracterizó como “un líder de investigación”. Y esa mancha, dice, fue “totalmente injusta”. También fue suficiente para terminar su carrera en la NBA.
Algunos sostienen que Mustaf fue el beneficiario, no la víctima, de la justicia nunca administrada. El tiempo ha hecho poco para disminuir el dolor y la ira de los miembros de la familia de Hayes, quienes casi un cuarto de siglo más tarde siguen convencidos de que Mustaf orquestó la muerte de Althea.
y que su libertad ha sido “aplastante” para ser testigo.
El fiscal de Phoenix asignado al caso de Hayes también siente este dolor. K.C. Scull, retirado hace mucho tiempo, todavía se enfada en que se le niegue la oportunidad de llevar a Mustaf a juicio. Se queda para preguntarse si sus jefes en la oficina de la D.A. se inclinaron ante la presión política, o tal vez ante la influencia de un equipo de la NBA en la cima de su éxito. Con casi 80 años de edad, Scull hace un inventario de su carrera, reflexiona sobre Mustaf, suspira y dice: “Es uno de mis mayores lamentos que no se me haya permitido probar este caso”.
Una primera conclusión, -según Sports Illustrated- es que la tranquila ceremonia de premios en 2017 con los Wizards marcó el final de lo que Mustaf vivió como un exilio de la NBA, un exjugador bienvenido a la NBA después de años de realizar buenas obras; un reconocimiento de que aunque podría ser un hombre de contradicciones, fue reformado, aunque todas las pistas indiquen que asesinó a la mujer embarazada y logró escapar de un encarcelamiento inminente.