Compartir juguetes y caramelos con sus amigos del barrio La Guacharaca de Esmeraldas era el mejor regalo que recibía Álex Quiñónez, cuando era niño.
El atleta, hoy de 23 años y que se consagró como séptimo velocista en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, recuerda sus navidades con alegría en compañía de su madre Anita Quiñónez y su hermana Katiuska. “Compartir con ellas alguna comida o dulce que me regalaban en la escuela era lo mejor”.
Álex no es exigente y siempre ha acogido con agradecimiento cualquier obsequio. Pero desde que empezó en el atletismo el regalo que más le entusiasma recibir es una medalla. “Mis diciembres casi siempre estoy concentrado, lejos de la familia”, admite preocupado.
Su participación en Londres donde se enfrentó al mejor velocista del mundo, Usain Bolt, ha sido el mejor agasajo recibido hasta ahora. “Fue como obtener el mejor obsequio que Papá Noel le da a un niño”, dice entre bromas.
Otro regalo que recibió con agrado, este año, fue la vivienda que le entregó el Ministerio del Deporte el pasado 12 diciembre, en el barrio La Tolita 2, en Esmeraldas. Así lo confesó tras la entrega del premio Cóndor de Oro, de la Revista Estadio, la semana pasada.
El atleta no espera a que sea fin de año, para proponerse metas. En estas fechas practica en Ibarra junto a su entrenador Jorge Casierra, para competir en el Mundial de Rusia del próximo año. “Estoy preparándome para ser finalista. Estamos luchando fuerte para lo que se viene”, confesó el velocista. Otro de sus propósitos es competir en los 400 metros.
En cambio, Cristian Arana, arquero de Emelec, no celebra la Navidad. “Esta fecha es triste porque se ve mucha pobreza. Hay mucho materialismo”, afirma.
Eso sí, sonríe al recordar la época navideña en su niñez, junto a su abuela Edeisa, en San Lorenzo, Esmeraldas. “Mi abuela repartía juguetes a los niños de mi pueblo. Jugábamos campeonatos de fútbol. Me divertía mucho”.
Arana prefiere aprovechar estas fechas para hacer obra social. En estos días viajará a Manta para apoyar a una pequeña de 2 meses que padece leucemia. “La gente cree al llegar la Navidad hay que dar todo a los demás. Pero lo mejor es apoyar a aquellos que en verdad lo necesitan y si es una criatura mucho mejor”.
El futbolista recibió con anticipación su agasajo de Navidad. “Haber sido titular en Emelec en el Campeonato ecuatoriano de este año fue una gran satisfacción personal. Fue el mejor regalo”, dijo emocionado y se puso un gorro navideño para posar para fotografías.
En el 2013, más que propósitos, tiene sueños. Su anhelo es mantener la titularidad en su equipo, aunque confiesa que la batalla por el puesto será dura con sus compañeros Esteban Dreer, Javier Klimowicz y Wilmer Zumba.
“Mi sueño a largo plazo es ser convocado a la Selección nacional”, contó antes de viajar a Manta para estar con su familia. Ahí, además se reunirá con integrantes de una fundación donde hará la obra social.
Las navidades sí se festejan en En la familia Noboa Ycaza. Luis y Antonio Noboa, directivos de Barcelona, eran los que más peleaban por un juguete. Así lo confiesa Luis, vicepresidente de los toreros. “Cada año nos traían un juguete nuevo. Recuerdo que una Navidad con Antonio peleamos por un Green Machine (triciclo). Qué hermano de niño no pelea”, contó entre risas.
Esas peleas se quedaron en la niñez. Los dirigentes del equipo que conquistó el título ecuatoriano luego de 14 años son muy unidos. “Para nosotros la Navidad es estar con la familia reunidos, disfrutar de nuestros niños, ese es el verdadero significado”, insistió Antonio.
El vicepresidente amarillo viajará hasta Miami para pasar estas fiestas con su familia. “Estas son las épocas en las que uno debe demostrar el cariño que le tiene a sus seres queridos”.
En tanto, que Luis Noboa sigue con la tradición de comer las 12 uvas cuando termina el año. Y ya tiene pensado sus 12 deseos. “Quiero 12 campeonatos más para Barcelona”.
Ambos, además, quieren que el equipo mejore su nivel para que el próximo año rinda de la mejor manera en la Copa Libertadores de América.