La pasión de la familia Narváez es volar

Édgar Nárvaez (con traje amarillo, arriba), durante el  Salto por la Paz en Salinas, en el 2015.

Édgar Nárvaez (con traje amarillo, arriba), durante el Salto por la Paz en Salinas, en el 2015.

Édgar Nárvaez (con traje amarillo, arriba), durante el Salto por la Paz en Salinas, en el 2015. Foto: Cortesía SkyDiver

Para Édgar Narváez volar es vivir. El coronel retirado de las Fuerzas Armadas del Ecuador (FF.AA.) lleva en el aire 38 años. Su amor por el paracaidismo inspiró el camino de sus tres hijas: Nadya, Erika y Ragde, quienes también son paracaidistas. Ellas empezaron la práctica de este deporte cuando tenían seis años.

La historia de esta familia paracaidista se inició con la carrera militar de Narváez. En 1978, mientras estaba en las Fuerzas Armadas, recibió un curso de preparación obligatorio de paracaidismo. Tenía 19 años y esa experiencia le impulsó a seguir con esta actividad.

Entonces, incursionó en el paracaidismo deportivo y perfeccionó su vuelo con la ayuda de amigos extranjeros.

En 1987 su primogénita Nadya, con seis años, saltó su primer tándem. Este salto es una variación del paracaidismo. Aquí, el aprendiz y el instructor utilizan un solo paracaídas.

El exmilitar, sin embargo, se dio a conocer internacionalmente en 1992 cuando, junto a 33 paracaidistas, consiguió el Récord Latinoamericano en Miami (EE.UU.). Ese año también quedó campeón latinoamericano en salto de precisión en Colombia.

Por su carrera militar, Narváez estuvo en las guerras de Paquisha en 1981 y la del Cenepa en 1995. Tras este último conflicto bélico, se hizo una promesa:“Si salgo vivo de esto, enseño paracaidismo en el país y en el mundo”.

Lo hizo porque sentía que tenía una deuda con la sociedad. Entonces, en ese 1995, fundó SkyDiver, escuela de paracaidismo deportivo que ya tiene 21 años en el mercado local .

Sus hijas se contagiaron desde pequeñas con el gusto por “romper el cielo”. Ragde es la menor de la familia. Tiene 27 años y es estudiante de Comunicación Corporativa de la UDLA. En la empresa, pone en práctica su carrera con la difusión de los cursos de paracaidismo.

Ella saltó por primera vez con su papá, cuando tenía seis años. Desde entonces, saltar se convirtió en algo normal.

Ragde cuenta que su padre acumula 10 000 saltos en paracaídas. "Mi hermana Nadya tiene 600, Érika unos 350 y yo tengo 87". Uno de los más emotivos fue el Salto por la Paz realizado en Salinas 2015 junto al grupo de Ucrania y Rusia.

La familia asegura haber realizado saltos en países como Estados Unidos, República Dominicana, Nicaragua, Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay, Tailandia, Mozambique...

Nadya, por ejemplo, representó al país en un evento vistoso: sucedió en septiembre de este año en Boituva, un municipio del estado de Sao Paulo. Ahí, los participantes formaron en el aire la figura de un diamante. Ahora, ella se entrena en EE.UU. para participar de una competencia en Alemania, en febrero del 2017.

‘El paracaidismo te ayuda a tomar decisiones’

La empresa Sky Diver funciona en Quito y su meta principal es atraer a más personas a la práctica del paracaidismo. En Ecuador no hay un lugar fijo para hacer este deporte, todo depende del clima y de los aviones. Por lo general, los lugares escogidos para esta actividad son Tena, Salinas y Manta. Las personas que participan de esta experiencia no requieren mayores exigencias físicas. Eso sí, no deben pesar más de 200 libras.

Previo al salto, las personas reciben indicaciones de 15 minutos. El costo de cada tándem es USD 350. Incluye un video y una póliza de seguro.

Para ellos el paracaidismo es fundamental en la toma de decisiones. Dicen que saltar les ayuda a evitar los pretextos y conseguir resultados.

La empresa realizará en marzo del 2017la competencia Macondo Boogie, en Colombia. Participarán quienes estuvieron en el Salto por la Paz, el pasado octubre.

La compañía espera que la Dirección General de Aviación Civil del Ecuador (DAC) autorice las regulaciones para seguir promocionando el paracaidismo. “En el país tenemos los mejores lugares para hacer este deporte”, dijo el exmilitar.

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