El 5 de junio del 2014, en EE.UU., Michael Arroyo anotó el 2-2 de Ecuador ante Inglaterra. Lo celebró con Rueda. Foto: EFE
Entre Reinaldo Rueda y Michael Arroyo hay una historia de cariño y respaldo mutuo. Al técnico siempre le gustó el desempeño del ofensivo tricolor, sus gambetas y su remate potente e impredecible.
Mañana, 17 de diciembre del 2016 (02:00 de Ecuador), en el Mundial de Clubes que se cumple en Japón, el exseleccionador ecuatoriano y el futbolista vuelven a encontrarse, aunque esta vez como rivales: Rueda dirige al Atlético Nacional, mientras que Arroyo actúa en el América de México. Ambos equipos buscan un premio consuelo poco atractivo: quedarse con el tercer puesto.
América de Arroyo fue eliminado por el archifavorito Real Madrid (perdió 2-0 con goles de Karim Benzema y Cristiano Ronaldo); la frustración más grande fue la del Atlético Nacional, que cayó -de forma inesperada- por 3-0 ante el Kashima Antlers.
Rueda y Arroyo coincidieron en la Selección tricolor entre el 2011 y el 2014. Arroyo fue una de las debilidades del DT colombiano. Rueda le insistía una y otra vez que a su repertorio de fútbol vistoso le agregase más puntería frente al arco. Lo mismo le pedía a Jefferson Montero.
El seleccionador llevó a Arroyo a la Copa América de Argentina 2011 y en el año del Mundial le ratificó la confianza y le incluyó en la nómina final. ‘Micky’ jugaba en ese tiempo en el Atlante y en los últimos meses antes de que se conociese la lista, el guayaquileño elevó sus bonos haciendo lo que el técnico siempre le pedía: anotar más goles.
El 5 de junio de ese año, Ecuador se enfrentó con Inglaterra en Miami, en uno de sus últimos duelos comprobatorios antes de la Copa de Brasil. Arroyo entró al cambio en los últimos minutos y Rueda en la arenga del calentamiento le dijo: “entra y empata el partido”.
Y así fue: en el minuto 69, Antonio Valencia le cedió el balón. ‘Micky’ acomodó el balón con la pierna izquierda y finalmente definió con la derecha un remate imposible de atajar. Era el 2-2. Después se abrazó con el entrenador a quien le agradeció por la confianza.
Pese al envión anímico, ni a Rueda ni a Arroyo les fue bien en el Mundial. Los dos fueron señalados en el pelotón de los culpables del fracaso tricolor: el DT por los planteos y el volante por haber fallado una opción clara de anotar en el juego inaugural ante Suiza. El error de Arroyo desembocó en un feroz contraataque que terminó en el gol de los helvéticos.
Allí surgió una frase acuñada por el expresidente de la Ecuafútbol, Luis Chiriboga, ante el mar de críticas que llegaron luego: “Si Arroyo convertía ese gol, la situación habría sido otra”.
En las últimas horas, desde México se menciona la posibilidad de que Rueda pueda dirigir desde el otro año el América. ¿Se reencontraría con Arroyo? Probablemente no, pues el jugador pudiera salir a los Xolos de Tijuana o al Barcelona que busca su retorno.