McLaren, en el fondo de la tabla, está inmerso en un proceso de desarrollo con miras a tener un auto competitivo para la próxima temporada. Foto: AFP
Un nuevo doblete de Lewis Hamilton y Nico Rosberg en el Gran Premio de China devolvió a Mercedes la condición de escudería imbatible, que ostenta desde la temporada anterior, y que se puso en duda cuando Sebastian Vettel y Ferrari se impusieron en Malasia dos semanas antes.
No obstante, tres grandes premios de la temporada 2015 fueron suficientes para que los ánimos dentro de la escudería alemana volvieran a encenderse. El tercer podio y segundo doblete de ambos en lo que va del año no impidieron un ácido cruce de palabras en la rueda de prensa, posterior a la carrera de Shanghái, y ahora el equipo busca la manera de apaciguar la tensión entre sus pilotos.
“Tenemos que tener cuidado de que la situación no escale”, dijo el jefe deportivo de Mercedes, Toto Wolff. El directivo se esfuerza para que la relación entre los dos favoritos al título del 2015 no se deteriore.
“La rivalidad está bien siempre y cuando no vaya a más”, añadió. Tras el GP de China, Rosberg acusó de egoísta a Hamilton y abrió un nuevo capítulo en la rivalidad que mantienen ambos pilotos desde el 2014. A pesar del nuevo doblete, en el equipo están más preocupados por los potenciales daños colaterales que por la victoria obtenida.
Vettel, que fue tercero con su Ferrari, vio el debate con satisfacción. Al fin y al cabo, el cuádruple campeón del mundo quiere presionar a las ‘flechas de plata’ para tratar de sacar partido de ello.
“Hemos superado todas las expectativas hasta el momento. Sin embargo, la motivación de seguir presionando a Mercedes está ahí”, señaló Vettel después de la ceremonia del podio.
Hamilton, ganador en China y líder del campeonato, no recibió del todo mal las palabras de Rosberg. El británico, frío sobre el asfalto, vio cómo su compañero se enojaba y le reclamaba por su táctica de carrera. “En realidad no sé cuál es su problema”, dijo relajado. “Vinimos aquí para ocupar las dos primeras posiciones y lo conseguimos. No debería causar tanto estrés”.
Pero sí lo hubo. Rosberg acusó a Hamilton de haberle perjudicado cuando ralentizó su ritmo en la recta final de la carrera para conservar los neumáticos. El alemán tuvo entonces que contener al Ferrari de Vettel, que le recortaba distancias en pos de arrebatarle el segundo escalón del podio.
Tras el Gran Premio y la reunión del equipo, Mercedes dio por concluida la pugna. “No hubo hostilidad”, aseguró Wolff. “Hubo mucha crítica constructiva, todo está aclarado”, opinó Rosberg. El alemán espera de todos modos que la situación no se repita en el futuro.
Mercedes espera que no haya una reedición del duelo psicológico que mantuvieron ambos pilotos a lo largo de la temporada anterior. “Intentamos evitar las situaciones controvertidas, pero no siempre es fácil”, señaló Wolff.
“Que Nico no esté contento con la situación es comprensible. Que Lewis haya actuado así, también”. agregó el jefe del equipo.
Niki Lauda, tres veces campeón del mundo y asesor de Mercedes, intentó esclarecer un poco lo ocurrido asegurando que los pilotos de Fórmula 1 son egoístas por naturaleza. “Es el único camino para ganar y ser campeón del mundo”, dijo a medios de comunicación ingleses el expiloto austríaco.
“Yo los llamo bastardos egocéntricos”. “Cuando corres tienes que luchar y cuando estás irritado, hablas. Pero al final se calmarán, irán a Bahréin y empezarán la lucha de nuevo desde el principio”, indicó.
Y en una época en la que los cambios técnicos radicales introducidos el año pasado no terminan de ser asimilados por todos los equipos, los protagonistas de otras épocas están en el lado contrario de la clasificación.
Para McLaren, por ejemplo, los puestos 12 y 13 logrados por Fernando Alonso y Jenson Button son vistos como un progreso, en comparación con lo sucedido en Australia y en Malasia.
El español, ahora alejado de la lucha por los primeros lugares en la que estuvo inmerso durante sus cinco temporadas en Ferrari, se toma con calma esta etapa de desarrollo de su nuevo monoplaza, con la esperanza de que el próximo año esté en condiciones de desbancar a Mercedes y luchar por los títulos.
“Podría haber seguido dos años en Ferrari y acabar segundo dos años más, pero pensé que era mejor arriesgar”, explicó Alonso, quien apostó por McLaren para tratar de lograr su tercer campeonato.
Por eso no se dejó impresionar por la victoria de Vettel en Sepang, y afirmó que solo si Ferrari ganara el Mundial podría pensar que se equivocó, aunque por ahora no parece fácil que sea así.
“Por ahora en Ferrari me están ganando a mí, pero no a Mercedes, lo que al final es mi verdadero objetivo”, dijo. Con ello dio a entender que un segundo lugar le sabe igual que un octavo o decimoquinto.