En el inicio de la carrera, la escudería alemana sufrió el embate de los bólidos de Williams, que los relegaron al tercer y cuarto puestos. Fotos: Agencia AFP y EFE
El sexto doblete del equipo Mercedes, de las nueve carreras disputadas hasta el momento en la temporada 2015, no estuvo exento de preocupaciones. Durante la largada, tanto Lewis Hamilton como Nico Rosberg se vieron superados por los Williams de Felipe Massa y Valtteri Bottas, impecables en el arranque gracias a una velocidad final que se atreve a desafiar a la de sus rivales alemanes.
A Hamilton y Rosberg no les fue fácil recuperar sus posiciones de largada (primero y segundo), ya que Massa y Bottas se mostraban decididos a conservar las posiciones que lograron arrebatarles en el inicio del gran premio.
De hecho, Hamilton nunca pudo pasar a los Williams en pista. Lo hizo recién en la vuelta 21’ con la ayuda de una estrategia impecable en ‘pits’ (una detención de 2,4 segundos), que más adelante se reforzó con una gran dosis de intuición y también con algo de suerte.
El vigente campeón mundial supo prever el momento apropiado y fue el primero de los pilotos de punta en realizar su segunda parada (vuelta 44) para cambiar sus neumáticos ‘slicks’ por otros de lluvia intermedia. Con ello se anticipó por segundos al fuerte aguacero que cayó sobre el trazado de Silverstone, y abrió una brecha que sus inmediatos perseguidores nunca pudieron cubrir.
El resultado final, bueno para Mercedes por el 1-2 de Hamilton y Rosberg, fue decepcionante para Williams, que por momentos se ilusionó con esa posibilidad para Massa y Bottas, pero que al final tuvo que conformarse con el cuarto y quinto lugares, respectivamente.
Tras un inicio muy prometedor, los de Grove ni siquiera alcanzaron a subirse al podio. El tercer lugar finalmente fue para el Ferrari de Sebastian Vettel.
No obstante, la de Gran Bretaña fue una carrera entretenida, probablemente la más destacable en ese sentido en lo que va de la temporada, principalmente porque Mercedes sintió una presión a la que no está acostumbrado y que incluso llevó a Hamilton a salirse de la pista y a perder su segunda posición en las vueltas iniciales, mientras perseguía a Massa.
A Williams, como a Ferrari, posiblemente no le alcanzarán sus desarrollos para igualar el desempeño de Mercedes. Menos aún para superarlo. Pero el espectáculo de desafiar su supremacía, aunque sea por instantes, puede ser un ingrediente que aporte las dosis de emoción que hasta ahora han estado prácticamente ausentes en las carreras disputadas.
Y si las características particulares de un determinado trazado o un simple golpe de suerte configuran una victoria para Williams, será un merecido premio a la constancia.