El ‘hermano menor’ de los SUV de la marca japonesa se destaca por mucho más que su atractiva apariencia, que transmite la sensación de potencia y dinamismo que caracteriza a todos los Mazda.
Es, sobre todo, un vehículo que propone revolucionar drásticamente la experiencia a bordo, tanto para el conductor como para los pasajeros.
Para ello recurre a la innovadora tecnología Skyactiv de Mazda, la cual se aplica a tres aspectos fundamentales: el rendimiento de combustible, el alto desempeño y la seguridad.
El primer caso, el sistema posibilita una combustión más eficiente que deriva en un menor consumo, con la consecuente reducción de las emisiones contaminantes.
Lo segundo hace alusión a un rediseñado sistema de transmisión, que ofrece la respuesta de una caja manual con la suavidad de una automática.
En cuanto a la seguridad, la carrocería del CX-5 es la primera en utilizar acero altamente extensible que le confiere mayor ligereza, a la vez que aumenta la rigidez y fortaleza para proteger a los ocupantes.
Los ingenieros de Mazda se enfocaron en lograr una conexión intuitiva y armónica entre los requerimientos del conductor y la respuesta del vehículo, con el fin de brindar una experiencia de manejo refinada y placentera.
El equipamiento de confort y seguridad es abundante.