Los hinchas no podían entrar a la cancha, gracias a las medidas de seguridad que impuso la Policía Nacional. Por eso, el portero tomó la decisión de colarse a los graderíos y festejar con su gente. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
La consecución del campeonato emocionó a Máximo Banguera. El portero de Barcelona SC corrió, saltó, se subió a las porterías y bailó en el centro de la cancha.
Fue uno de los más ovacionados durante la premiación. Él recibió la medalla junto a sus dos hijos. Los llevaba de la mano, mientras sonreía ante los aplausos de los hinchas que llegaron al estadio Monumental.
Los hinchas no podían entrar a la cancha, gracias a las medidas de seguridad que impuso la Policía Nacional. Por eso, el portero tomó la decisión de colarse a los graderíos y festejar con su gente.
Banguera sorteó los controles y se metió a la tribuna este. Los aficionados aprovecharon para tomarse fotos, felicitarlo y pedir autógrafos.
Estuvo con ellos cerca de 10 minutos. Los hinchas se aglomeraron, pero luego hubo orden. Banguera les agradeció por el apoyo y regresó a la cancha para seguir los festejos con sus compañeros.