El nombre del Challenger de Quito le trae recuerdos positivos al tenista chileno Nicolás Massú. Fue en este mismo torneo donde hace 14 años se alzó por primera vez con la victoria en un certamen profesional de mayores.
Los triunfos en las ediciones de 1998 y 1999 lo catapultaron a la élite del tenis mundial. Admite que en esa época era un joven con ambiciones que soñaba con ingresar entre los 100 primeros del escalafón de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). Lo logró a finales de 1999 y curiosamente esta semana persigue ese mismo objetivo.
Cinco años más tarde de su última participación en Quito, Massú alcanzaba una inolvidable victoria olímpica en dobles en el 2004. Esa medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas lo hizo junto a su compatriota Fernando González, y es hasta el momento su logro más importante.
El 2004 fue el mejor año en su trayectoria deportiva. Ingresó entre los 10 primeros puestos de la ATP, al ubicarse en novena posición y participó en los cuatro Grand Slams del año.
De ahí en adelante su carrera ha soportado altibajos. Este año apenas ha disputado seis partidos, de los cuales triunfó en dos.
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Una lesión en el codo le ha impedido tener regularidad durante todo el año y ante la poca participación fue desplazado al puesto 703 del escalafón de tenistas profesionales. Su último torneo ganado fue en Cancún, México, en el 2009.
Pese al aparente declive, es positivo y piensa en grande. Con su nuevo entrenador Horacio de la Peña aspiran a llegar a los torneos de élite en el 2013.
Este año su objetivo es escalar posiciones en el ranking. Por esa razón les solicitó una invitación a los organizadores del Challenger de Quito. Como varios tenistas foráneos, cree que el juego en la altura le ayudará a incrementar su desempeño. “El Challenger de Quito es un reto exigente para los que no estamos acostumbrados a jugar en la altura”, expresó el deportista de 32 años.
Ayer, tuvo su primera prueba. Venció con dificultades al mexicano Miguel Ángel Reyes (681 ATP), por un doble 6-4.
En ese compromiso evidenció dificultades para controlar el juego de su rival y tras sufrir con el calor de un intenso sol de mediodía, logro doblegar al azteca en una hora y 51 minutos de juego.
Después de esa victoria atendió a los periodistas que le esperaron a un costado de la cancha. Visiblemente extenuado contestó a las preguntas y se retiró a la sala de jugadores, en donde bromeó con sus compañeros. Después del almuerzo se retiró a descansar a su habitación en el Swissotel.
Para hoy, no tiene previsto participar en el partido de fútbol que disputan el resto de tenistas en el estadio Casa Blanca a las 19:00.
Prefiere concentrarse y en analizar el nivel de juego de su rival estadounidense Denis Zivkovic. Este fue la sorpresa de los dieciseisavos de final del torneo, tras su victoria frente al portugués Federico Gil por 6-7 (4), 7-5 y 6-4.
Julio César Campozano, el número uno del país, también ganó ayer en un reñido cotejo al francés Laurent Recouderc, con parciales de 7-6, 6-7 y 7-5. El guayaquileño de 26 años ahora se medirá con el argentino Andrés Molteni.
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