Marlin Viveros, de 19 años, se destacó en los campeonatos mundiales juveniles del año pasado. Foto: EL COMERCIO
La imbabureña Marlin Viveros logró, a finales de octubre, la mayor conquista del judo ecuatoriano en su historia. La deportista de 19 años se colgó la medalla de bronce en el Campeonato Mundial Juvenil realizado en Fort Lauderdale, Estados Unidos.
Esa es la mejor victoria alcanzada por cualquier deportista en esta disciplina, como lo confirma Roberto Ibáñez, representante olímpico del país en el 2008 y actual entrenador de la Selección nacional.
La medallista mundial oriunda de Ibarra participa en los 78+ kilos, la máxima categoría de peso en este deporte olímpico en el que los asiáticos y los representantes de los países de la ex-Unión Soviética son los más connotados.
En esa cita mundial, la ecuatoriana sorteó la primera ronda por su ubicación en el escalafón, por lo que compitió desde la segunda etapa. En esa instancia derrotó a la representante de Georgia, Elene Kebadze, quien llegaba como medallista de bronce europea.
Más adelante, en los cuartos de final, la imbabureña perdió contra la japonesa Sarah Asahina, una excampeona mundial.
A pesar de esa derrota, la deportista tricolor logró pasar el repechaje con un triunfo sobre la cubana Gusmary García con lo que se colocó a un paso alcanzar el podio mundial. Su siguiente rival fue la coreana Mi Jin-Han, a quien doblegó con una estrangulación (ippon).
De esa manera, la imbabureña que empezó a practicar judo a los 11 años consiguió la primera y única medalla mundial del país en esta disciplina.
Antes de su primer combate, Viveros estaba nerviosa. “Me temblaba el cuerpo”, le contó a este Diario.
Ibáñez, de 30 años y quien dirige a la Selección en Guayaquil, asegura que su pupila tiene aún mucho por dar en esta disciplina. Eso sí, lo que él busca es no quemar las etapas de la joven deportista. Lo dice porque ella todavía tendrá una temporada como juvenil y los mejores exponentes de este deporte superan los 30 años. A ella quieren cuidarla y buscar más medallas en el futuro, sin presionarla ni exigirle. Ella es una deportista que podría proyectarse para podios olímpicos y mundiales.
A los Juegos Olímpicos se clasifican 22 hombres y 12 mujeres, de cada categoría de peso, según el escalafón mundial. En la actualidad, la ecuatoriana ocupa el puesto 24, según un listado publicado en la página Judobase.org. Ella tiene 596 puntos en la lista que encabeza la cubana Idalys Ortiz con
2 808 unidades.
Las clasificadas a la cita olímpica de Río de Janeiro 2016 se conocerán en el primer trimestre del próximo año. Para sumar experiencia y puntaje, su entrenador tiene ya planificadas sus pruebas de la temporada, entre las que se incluye otro mundial, panamericanos y encuentros sudamericanos. La idea es que Viveros pueda sumar puntos para obtener un lugar en los Juegos Olímpicos.
A Marlin también le gusta bailar en sus ratos libres. Ella es de carácter temperamental. Así lo confirmó su madre. “Desde niña era así, un poco brava, pero siempre fue una buena hija”. Madre e hija tienen una relación cercana, tanto que la deportista reiteradamente le ha dedicado a ella sus triunfos.
Ese carácter explosivo le ha sido útil en un deporte de contacto como el judo. Así lo entiende el entrenador de la Selección nacional.
Según Ibáñez, la primera medallista mundial ecuatoriana en esta disciplina, es competitiva y luchadora. Esas son características que ha cultivado gracias a su personalidad, en donde se destaca por su especialidad de las llaves de pie.
La judoca es también una buena bailarina. Ella prefiere danzar con ritmos tropicales, sobre todo con la salsa.
Este año, uno de los principales objetivos de la judoca es conseguir otro podio mundial en la cita de Abu Dabi, en noviembre. Esa será la principal competencia de la temporada, que también incluirá los Panamericanos, copas continentales y sudamericanos.
Sus competencias, más las largas concentraciones, hacen que la deportista pase fuera de su casa la mayor parte del tiempo. Así lo cuenta Amanda Acosta, su madre y principal fan de la deportista. Ella confirmó que el año pasado, en la época del mundial, no vio a su hija en tres meses. “Ella es una buena hija, un poquito malgenia pero muy buena hija”, dijo la madre entre risas.
Acosta se siente feliz y orgullosa de su hija porque no solo es una destacada deportista. También fue una buena estudiante y en la actualidad cursa el primer semestre en la Universidad Técnica Particular de Loja, en la modalidad a distancia. Ella se decidió por la educación infantil.
Hoja de Vida
Origen
Marlin Viveros tiene 19 años. La deportista imbabureña empezó a entrenar a los 10 años cuando la seleccionaron para esta disciplina en su ciudad natal, Ibarra.
Trayectoria
Compite en la categoría de 78+, la máxima de peso entre las mujeres. En la actualidad ocupa el puesto 24 del mundo. El año pasado consiguió la medalla de bronce del Campeonato Mundial Junior de Fort Lauderdale, EE.UU. También fue campeona panamericana juvenil en la cita de El Salvador, en julio. Este título panamericano lo ha conseguido en tres ocasiones.