El viento Zonda (viento caliente y seco que sopla en el occidente de Argentina), fue protagonista el jueves en esta ciudad, a tal punto que obligó al seleccionado de Perú a finalizar antes de tiempo su práctica en Chacras de Coria. Pero al margen de eso y de lo que ocurra en los cuartos de final contra Colombia, los peruanos viven un momento de felicidad.
Un estado de gracia que generó Sergio Markarián, el uruguayo que se enojó en la conferencia de prensa luego de la derrota ante Chile, que prometió“desenmascarar a todos” y que se quejó de los rótulos que pone el fútbol: “Es fácil tildar a un técnico de ofensivo o defensivo; lo que nadie hace es analizar el plantel con el que cuenta”.
El enfado no fue con los peruanos, sino con el resto de los comentaristas de la Copa. El DT dijo: “Me veo en semifinales, el partido con Colombia durará 120 minutos” y “quiero volverme el 25 de julio (un día después de la final)”. Tiene 66 años y una larga trayectoria, pero vale contar una anécdota para entender por qué en Perú lo adoran.
El perdón a Farfán
Fue hace unos meses. Guerrero, Vargas y Pizarro caminaban impacientes por una habitación. Los tres referentes intercedían para que el entrenador perdonara a Farfán, protagonista de un nuevo hecho de indisciplina.
Se reunieron con Markarián y le dijeron: “Mire, profesor nosotros vamos a dar la vida por usted, pero no tenemos poderío suficiente como equipo. Si vuelve a convocar a Farfán, tendremos más posibilidades”.
El hombre en cuestión no respondió automáticamente. Al día siguiente, volvieron a juntarse esos protagonistas más Farfán, y el técnico explicó: “Voy a hacer una excepción, pero si usted o alguien de ustedes se manda otra macana, no los voy a castigar. Directamente renuncio y listo. ¿De acuerdo? Aunque Perú vaya primero en la eliminatoria, me voy”.
Los inicios
Su seleccionado necesitó tocar fondo para reaccionar. Se ubicó en último puesto en la carrera hacia Sudáfrica 2010, pero las frustraciones abarcaron a varios entrenadores: Paulo Autuori y Francisco Maturana, y luego los locales Juan Carlos Oblitas, Julio César Uribe, Freddy Ternero y José del Solar.
Los dirigentes vieron que hacía falta un cambio grande, y que los peruanos que juegan en Europa subestiman a los técnicos nacionales. Así fue como en octubre de 2010 volvió a aparecer el nombre de Markarián, que recibió en Perú el apodo de ‘Mago’ en 1993, cuando asumió en el club Universitario, que estaba penúltimo y lo sacó campeón.
Ahora, con el equipo en cuartos de final por la Copa, muchos recuerdan el inicio del proceso, el respeto que se ganó de los futbolistas históricos. Y eso que exige a todos por igual, desde el primer titular hasta el último suplente.
Hoy, Markarián no tiene miedo de explicar un cambio táctico. Lo fundamenta. Lo mismo cuando se ve obligado a mover fichas por situaciones presentadas por el rival. Uno puede estar de acuerdo o no, pero sus dirigidos le creen.