María José Borja durante sus entrenamientos en el Poliderportivo de Totoracocha. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
El carácter fuerte de la microtenista María José Borja, le permite controlar sus emociones. A sus 10 años asimila las adversidades, contrario a otras niñas de su edad que lloran o buscan consuelo en sus padres después de una derrota.
‘Majo’, como la llaman sus familiares y amigos, es la segunda hija del matrimonio entre Oswaldo ‘Lalo’ Borja y Lorena Ortiz. Tiene dos hermanos: Roberto (15 años) y Gabriel (5). El primero también practica tenis de mesa y defiende los colores del Tecni Club.
‘Lalo’, conocido así en su profesión de fotógrafo, recordó que su padre, Roberto Borja, fue microtenista en su niñez y juventud.
“En sus genes está el deporte”. En su caso, por 17 años jugó indorfútbol en el tradicional Mundialito de los Pobres, donde dos veces fue subcampeón con el equipo de Ciudadela Calderón.
María José es alumna del séptimo de básica de la escuela Central La Inmaculada. Pese a sus viajes a torneos nacionales e internacionales, su promedio de calificaciones es satisfactorio. Su madre asiste a la institución educativa para que la seleccionada nacional no se atrase en las materias.
Ortiz agradece a los directivos de la escuela por las facilidades que le brindan a su hija. Ella, en los dos últimos años, ha viajado a Estados Unidos, Paraguay, Perú, entre otros. “Nunca nos han dado una negativa, siempre nos respaldan. Los profesores le explican fuera del horario de clases”.
Hace cinco años incursionó en el tenis de mesa, para aprovechar las colonias vacacionales. Le gustó y se quedó en ese deporte. El año pasado se estrenó a escala sudamericana con una medalla de plata individual y otra por equipos, en la categoría Sub 11. Luego fue campeona latinoamericana por equipos.
Este año fue subcampeona sudamericana y oro por equipos, con Angélica Arellano, quien vive en los Estados Unidos con sus padres quiteños y cuenta con una entrenadora personal. En la actualidad, son las dos mejores microtenistas del país en la categoría Sub 11.
A finales de septiembre, Borja alcanzó una medalla de bronce individual, plata en la modalidad de dobles y oro por equipos, en el Latinoamericano realizado en Asunción, Paraguay. “Allí ya se entendieron mejor con Arellano”, cuenta Ortiz. El grupo se completó con Fiorella Olaya, de Guayas.
La microtenista azuaya se entrena de 17:00 a 20:30 todos los días, en el Polideportivo de Totoracocha. Su madre está convencida de que llegará muy lejos. “Tiene el deporte metido en sus venas, si fuera por ella se pasara entrenando todo el día”.
A pesar de su carácter fuerte, ‘Majo’ se muestra un poco tímida ante las cámaras o frente a los comunicadores. Sin embargo en cada entrevista, asegura que su sueño “es ser medallista olímpica”. También está consciente que tiene un largo proceso que seguir.
En octubre del año pasado, Borja fue invitada por la Unión Latinoamericana de Tenis de Mesa al Training Camp Hopes Continental, en Lima. Allí estuvieron 14 talentos de 10 países del Caribe, Sudamérica y Centroamérica.