Macarena Chiriboga se convirtió en la primera deportista en ganar una medalla olímpica para Ecuador. Los Juegos Olímpicos París 1924 marcaron la primera participación nacional en el certamen deportivo más importante del mundo.
En los Juegos Atlanta 1996 el país celebró la consecución de la primera medalla olímpica con Jefferson Pérez. Fue en marcha atlética y fue de oro. En Beijing 2008, el mismo ‘Jeff’ logró la medalla de plata en los 20 km marcha, en la consecución de la segunda presea para Ecuador.
Desde hace 4 años, el Comité Olímpico Internacional creó los Juegos Olímpicos de la Juventud para deportistas entre 14 y 18 años. En Singapur 2010, el azuayo Joel Villavicencio subió al podio para recibir una medalla de plata en los 10 km marcha. En Nanjing 2014, la historia la escribió Macarena Chiriboga en equitación.
“Aún no asimilo lo que significa la consecución de esta medalla. Los deportistas soñamos con ganar una en los Juegos Olímpicos, yo lo pude hacer”, dice Macarena, de 18 años, a su retorno a Ecuador. Las imágenes de aquel 20 de agosto de 2014 se repiten en su mente y lo recuerda con emoción. “No se puede describir lo que uno siente en esos momentos”.
Dos semanas antes de viajar a China, recibió la confirmación de su participación olímpica pese a que en septiembre del 2013 había logrado su clasificación en Argentina. “Durante 15 días entrené con ocho caballos diferentes, pues no llevaba el mío”.
En los Juegos todos los jinetes competían en similares condiciones. La organización adquirió 30 caballos –de origen europeo- los mismos que, tras un sorteo, asignó a cada jinete.
Macarena recibió un equino de origen belga, de 6 años. “Alto y muy rápido, era un poco difícil manejarlo”. En los dos días previos a la competencia, cada deportista tuvo 30 minutos de entrenamiento con su cabalgadura. “Afortunadamente tuve empatía con Brigan y pude acertar la forma como conducirlo. Cada caballo tiene características diferentes, debes sentirlo y recurrir a las ayudas para poder montar sin complicaciones”.
En ese proceso recurrió a las técnicas que aprendió a lo largo de su trayectoria deportiva. La primera vez que se subió a un caballo tenía 4 años. A los 7 ya compitió de manera oficial y 11 años después ya estuvo en el jardín de obstáculos de una carrera olímpica. “Me ayudó mucho la presencia del entrenador chileno Ricardo Luttecke. Como no podía viajar con mi entrenador, le pedí que me ayudara en esta participación. Más que técnico fue un amigo”.
Bajo sus indicaciones encaró los dos días de saltos. El primero de ambientación, donde los binomios tuvieron una pista de obstáculos no tan exigente y segunda con saltos a 1,40 metros de altura. “Hubo saltos dobles y tres combinaciones de saltos de una batida. Como el caballo era nuevo, no estaba familiarizado con ese tipo de saltos, esa parte fue la más difícil”.
Macarena ganó su medalla de bronce en el recorrido por equipos. Compartió el podio con Polly Serpell de Islas Caimán, Sabrina Rivera Rivera de El Salvador, Stefanie Brand, de Guatemala; y, María Gabriela Brugal, de República Dominicana. “Cada continente tuvo su equipo conformado por cinco binomios. Sudamérica ya estuvo completo y me enviaron al de Centroamérica porque una equitadora de Costa Rica no pudo competir”.
Ninguna de las complicaciones que había encontrado en su camino a los Juegos Olímpicos de Nanjing le hizo perder el sueño y su ilusión. “Ese día me levanté muy feliz, con la confianza que algo bueno iba a vivir. Sabía lo que tenía que hacer y todo resultó muy bien”.
Tras recibir la medalla fue a celebrar con su madre, Verónica Granja, la única ecuatoriana presente en el escenario. “Fue importante para mí festejar con ella este triunfo. Siempre ha estado conmigo en los días buenos y malos. Qué felicidad poder compartir con ella”.
De ese 21 de agosto, Macarena guarda una anécdota especial. “El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, llegó a mirar la competencia. Al terminar mi participación fui a saludarle y le pedí fotografiarnos. Aceptó gustoso y me regaló un pin con los aros olímpicos, me dijo que lo pusiera en la chaqueta porque más tarde nos veíamos en la premiación. Lo anecdótico fue que hasta ese momento no teníamos resultados y todo se dio para que nos volviéramos a encontrar esta vez en el podio. ‘Te dije’, me recordó”.
La medalla de bronce, que ahora es una presea histórica para el deporte ecuatoriano, la mantiene guardada en el estuche que le dieron en China. “Pero quiero enmarcarla y ponerla en mi dormitorio, bien grande”.
El sueño olímpico ahora está centrado en lograr una clasificación para los Juegos Olímpicos absolutos. “Río de Janeiro 2016 está cercano, tendré que esperar hasta Tokio 2020. Mientras tanto seguiré creciendo y acumulando experiencia, pues quiero hacer de esta práctica una gran carrera deportiva”.
Hoja de Vida
Macarena Chiriboga
Su vida. Macarena Chiriboga Granja nació en Quito el 12 de junio de 1996. En junio se graduó de bachiller y en enero comenzará sus estudios universitarios.
Su trayectoria. Tres títulos provinciales, tres nacionales y dos en el torneo americano de salto infantil y prejuvenil.
Su caballo. En Ecuador concursa con Tambo Tauro, de 13 años.