Luis Fernando Saritama, exseleccionado de Ecuador y jugador de Deportivo Cuenca. Foto: Archivo/EL COMERCIO
Luis Fernando Saritama nació en Loja el 20 de octubre de 1983. Pasó por Alianza Lima de Perú, Tigres y América de México. Además, integró selecciones de Ecuador en Alemania 2006 y Brasil 2014. Actualmente, juega en Deportivo Cuenca.
Restan dos partidos de las eliminatorias sudamericanas y Ecuador tiene una remota posibilidad de clasificar al Mundial. ¿Cómo analiza el momento de la Tricolor?
Por el recambio acelerado, debido a las circunstancias, los dos últimos partidos hay que considerarlos como una oportunidad para los jóvenes. En algunos casos es su primera experiencia oficial en eliminatorias y deben asumirla con responsabilidad, pese a la circunstancia adversa. El reto es ante Chile y Argentina, dos selecciones destacadas de Sudamérica y del mundo, que no han cambiado su estructura después del último mundial. Las posibilidades son poco probables, pero los chicos tienen la oportunidad de hacer algo épico. De lo contrario, será una ocasión de mostrarse.
¿Los convocados por el técnico Jorge Célico formarán parte del nuevo proceso eliminatorio?
Muchos de esos nombres van a estar en las eliminatorias para el Mundial del 2022. Lo que se discute es si faltando dos fechas para cerrar un proceso, era ideal o no ese recambio. El técnico Jorge Célico dio ese primer paso y hay que apoyar a los chicos.
¿Todos hicieron méritos para estar en esa lista?
Creo que la mayoría son jugadores que se han destacado y se proyectan para el nuevo proceso eliminatorio. Para desenvolverse mejor requieren un cuerpo técnico de prestigio. Solo así se podrá dar un paso gigante, porque ahora se retrocedió.
¿Cuál debe ser su perfil?
Que tenga experiencia, jerarquía y éxitos dirigiendo selecciones nacionales. No es lo mismo que manejar un club. Existen buenos entrenadores en el día a día, porque son actualizados y otros méritos, pero el técnico de una selección debe valorar los niveles individuales para trasladarlos en una colectividad, en pocos días.
Se necesita un entrenador que haya trabajado con recambios generacionales, como Reinaldo Rueda o José Pekerman. Ellos han provocado cambios con resultados, que es difícil conseguir en Sudamérica.
Usted fue compañero de Felipe Caicedo, ¿cómo asumió la decisión de renunciar a la Selección?
Tengo un concepto particular de Felipe por haber compartido camerino. Siempre trató de estar en su máximo nivel para jugar en la Selección. Es uno de los goleadores históricos de la Tricolor y hay que respetarlo. No comparto su renuncia, porque vestir la camiseta de Ecuador es lo máximo para un futbolista. Sin embargo, no conozco sus razones. Ojalá Felipe no se arrepienta de la decisión.
¿Sobre la ausencia de Christian Noboa?
Es otro jugador histórico de Ecuador, con mucho roce internacional. Si vemos la nómina de la Selección, son tres o cuatro los que tienen experiencia y el más relevante es Antonio Valencia. Noboa ha estado en las clasificaciones anteriores, ha sido regular en la mayoría de partidos. Sorprendió su ausencia porque es un futbolista de jerarquía.
¿Cuándo la Tricolor empezó a perder opciones de clasificar al Mundial?
Cuando los jugadores de la estructura del técnico Gustavo Quinteros bajaron su nivel por lesiones o por no estar en competencia. Allí se tuvo que pensar en el futbolista local o en otros que se destacaban en el exterior, como Juan Cazares. Perdimos ante Brasil, Colombia y Paraguay, eso generó una desventaja y nos fuimos relegando.
¿El sistema de juego también incidió?
No hubo un concepto claro para jugar en la altitud, fue una selección muy desordenada en la parte táctica y cuando no eres ordenado en ese aspecto tiendes a correr más que el rival y a tener una sobre exigencia física. Eso se marcó en los cotejos que perdimos en Quito.