Luis Caicedo: un ‘madera de guerrero’ formado en la cantera

Gustavo Asprilla (29) de River Ecuador pelea el balón con Luis Caicedo (4) del Independiente del Valle durante el partido de la séptima fecha del campeonato nacional en el estadio Alberto Spencer. Foto: Marcos Pin/ API

El zaguero Luis Caicedo hizo una tarea en los últimos días: revisar como son los movimientos de Carlos Tévez, el delantero de Boca Juniors.

El ‘Cunti’ Caicedo, defensa de Independiente del Valle, volverá a la titularidad en el juego de esta noche, en La Bombonera (19:45), por la semifinal de la revancha de la Libertadores. Esto después de cumplir la suspensión por dos tarjetas amarillas que le impidieron jugar la semifinal de ida.

El futbolista guayaquileño, de 24 años, es uno de los más risueños en el plantel. Cuando está en las concentraciones o en los pasillos del complejo tiene la fama de molestar a sus compañeros. Pero cuando está en la cancha le tienen miedo.

“En los entrenamientos entra con todo. Es muy fuerte para chocar. Le dijimos que contra Tévez y Lodeiro (Nicolás) no tiene que achicarse”, contó el volante Jonny Uchuari.
Caicedo es uno de los que más habla dentro de la cancha. Es goloso del encocado de pescado y cliente fijo de los chochos con atún, tostado y chifles en el complejo de Chillo Jijón. A él le gusta conversar con los jugadores de las categorías formativas después de los entrenamientos.

Uno veía en la televisión a Liga de Quito (en el 2008) y soñaba con estar ahí. Dicen que La Bombonera tiembla, pero ya pasamos por estadios bravos en Chile y en Argentina (contra River). El grupo está unido y la mayoría venimos de las formativas. Le dije a mi ‘compa’ Orejuela (Jefferson) que soñé que clasificábamos”, bromeó el ‘Cunti’, quien heredó de su padre ese apodo.

Sonríe cada vez que habla del porqué de su apodo. Receloso dice que fue porque en su adolescencia hablaba malas palabras y su padre le comenzó a llamar así. Con ese apodo llegó a Sangolquí y lo ha mantenido hasta ahora.

Caicedo es vanidoso. Tiene los asientos de su auto personalizado y es detallista con sus zapatos de fútbol. Siempre pide que lo tengan limpios. Édison Logroño, fisioterapeuta de los rayados, cuenta que Caicedo ha madurado mucho y ahora después de los partidos pide masajes de recuperación y se hidrata bastante.
Pablo Repetto, entrenador uruguayo del plantel sangolquileño, elogia el crecimiento futbolístico desde su llegada al plantel en el 2014.

En los inicios, Caicedo fue lateral derecho. Así lo recuerda Julio Asad, DT que lo hizo debutar en el fútbol profesional. “No te daba salida ni ataque, pero no pasaba ni el viento por el lado de él. Es un chico que ha aprendido a controlar su fuerza”, recordó el ‘Turco’ Asad.

En los últimos entrenamientos, Repetto trabajó con Caicedo y con Mina en un tema específico: la pelota detenida. Esa es una deficiencia de los dos jugadores. La estatura de Caicedo (1,85) se ha complementado con Mina. Sin embargo, en algunos partidos han perdido las marcas y les han marcado goles.

En la campaña de la Libertadores, Caicedo ha sido uno de los más destacados. Ha jugador 12 de los 13 partidos y ha recibido cuatro amarillas a lo largo del torneo copero. Sin embargo, es uno de los más destacados en toda la campaña por su rendimiento.

Desde su debut, a los 18 años en la Serie A, se ganó la titularidad y ahora es otro de los jugadores en la lista de exportación. “Todos mis amigos de Guayaquil todavía me felicitan por el crecimiento. Mi familia está feliz. Si logramos clasificar a la final, sería un sueño lograr el título”.

Antes del partido, el cuerpo técnico de Repetto también mostró videos a Caicedo y a Mina sobre el juego de Cristian Pavón, el delantero de Boca que será titular esta noche en La Bombonera. Pero la función principal de Caicedo será dejar sin espacios a Nicolás Lodeiro y a Tévez.

Cuando viaja en avión siempre lleva sus audífonos grandes para escuchar salsa. También le gusta la bachata. Dice que como buen guayaquileño también le gusta andar con la música en volumen alto cuando recorre las calles de Sangolquí. Lo hace cuando está con sus compañeros. Pero con su familia prefiere ser más tranquilo.
En las concentraciones también le gusta ver películas de acción. Óscar Quagliatta, asistente técnico, cuenta que siempre habla del amor de su madre y cuando tiene libre viaja a Guayaquil a visitarle.
Caicedo es otro de los jugadores que confía en salir a jugar en el extranjero. Su ilusión es irse a Europa, pero le emociona jugar en México o en Brasil.

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