El luchador Andrés Montaño se enfocó y buscará su primera medalla olímpica

Montaño levantó la bandera de Ecuador, tras conseguir su segundo oro panamericano

Montaño levantó la bandera de Ecuador, tras conseguir su segundo oro panamericano

Montaño levantó la bandera de Ecuador, tras conseguir su segundo oro panamericano. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Los tres primeros meses del 2020 serán intensos para el luchador Andrés Montaño, en la búsqueda de su cupo para los Juegos Olímpicos de Tokio. El deportista realizará una gira por Europa y Centro América, como preparación.

Montaño tenía previsto pasar las fiestas de Navidad y fin de año con su familia, para luego retomar sus entrenamientos. El 6 de enero viajará a Italia, para participar en un campeonato internacional y luego realizar un campamento de entrenamiento.

Luego de su estadía en Italia, viajará a Francia para realizar otro campamento, posteriormente irá a Cuba y de ahí directo a Canadá, en marzo, donde se realizará el Preolímpico, que entregará los cupos para Tokio 2020 en su disciplina.

“Serán tres meses de mucho trabajo, me he preparado. El preolímpico entrega dos cupos, pero mi intención es quedar campeón y llegar con ese envión a Tokio en junio”, contó el luchador de 29 años.

Hasta la semana pasada el esmeraldeño permaneció concentrado en el Centro de Alto Rendimiento de Durán, regresó a su ciudad para las festividades y retomará las prácticas de inmediato.

Desde noviembre pasado se entrena con Manuel Rubio, que fue contratado por el Comité Olímpico Ecuatoriano. De a poco se adaptó al nuevo sistema de prácticas, en la que se hace énfasis en la técnica y en la concentración.

“Ya nos conocíamos, nunca habíamos tenido la oportunidad que tenemos ahora, con la confianza de compartir en lo personal y también en el entrenamiento, estamos avanzando para llegar a una clasificación y obtener una medalla olímpica”, dijo.

El 2019 fue exitoso para él. Obtuvo la medalla de oro en los Panamericanos de Lima, con lo que reeditó el título que logró en la cita de Toronto en el 2015. Es uno de los favoritos del continente para llegar a los Juegos Olímpicos.

“Por ahí me fue bien, aunque creo que me faltó la medalla mundial (Kazajistán). Estoy motivado, me he preparado en lo técnico pero con énfasis en lo psicológico, tengo mucha confianza en mí”, dijo.

Montaño se siente renovado, cree que en los últimos años maduró. En el 2017, tuvo una polémica con los directivos de la Federación Ecuatoriana de Lucha, que por poco lo deja fuera del Plan de Alto Rendimiento, luego de abandonar una concentración.

Reconoce que sus problemas de actitud le generaron problemas. Su esposa, Diana Hernández, lo ayudó a enfocarse. Ella lo acompañó a la gala de premiación del COE, que se realizó en Guayaquil.

“He madurado y crecido como padre y atleta. Mi esposa me ayuda a estar por encima de los comentarios, hace que me enfoque en lo mío, que es la lucha”, contó el deportista, que pretende llegar a su segunda cita olímpica.

En su billetera lleva una foto de sus tres hijos, la mira antes de los entrenamientos y las competencias. A ellos les dedica sus éxitos, espera que por lo menos uno siga sus pasos en la lucha u otra disciplina.

Una de las principales complicaciones que afronta es mantener el peso ideal (60 kg), principalmente en la época de festividades. Sin embargo, mantiene un programa de alimentación diseñado por su entrenador.

“Mi primer rival siempre es la báscula, pero trato de cumplir. A veces me tengo que privar de varias cosas, me gusta mucho el arroz pero debo dejarlo de lado”, contó entre risas el luchador esmeraldeño.

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