Lissette Antes en el 2009 obtuvo oro panamericana juvenil. El 2015 logró bronce en Panamericanos. Es campeona mundial 2016.
Entrevista con Lissette Antes. La deportista nació en Esmeraldas el 2 de mayo de 1991. Tiene 25 años. Llegó a Loja hace 16 años, con su madre y sus hermanos.
A partir del título mundial de lucha, usted se convirtió en la principal candidata del país para ganar una medalla en Río de Janeiro. ¿Qué anhela en sus segundos Juegos?
Quiero ir en busca de una medalla de cualquier color, sé que puedo lograrlo, entrenándome con esfuerzo y constancia. Ya soy campeona mundial de lucha (ndlr: logrado en Mongolia, el 23 de abril), en los 58 kilogramos. Por qué no puedo soñar con una presea olímpica.
¿A quiénes debe ganar para subirse al podio?
En una olimpiada o en un mundial ninguna rival es fácil, todas son fuertes. Por eso debo prepararme física, técnica y psicológicamente. La japonesa Kaori Icho, campeona olímpica, es la más complicada. También está la india Malik Sakshi, la rusa Valeria Koblova y la alemana Luisa Niemesch. Las cuatro están por delante de mí en el escalafón mundial de lucha.
¿No se presiona al imponerse el objetivo de ser medallista olímpica?
Voy a buscar la medalla con una preparación exigente. Siempre me trazo retos difíciles y sé que puedo lograrlo. En el 2006, cuando recién ingresé en la lucha, el técnico Washington Castillo me preguntó qué quería ser: le dije campeona olímpica, todos se quedaron callados. Mis compañeros dijeron que querían ser campeones panamericanos y sudamericanos.
Esa presea con que Ud. sueña es la ilusión de la mayoría de ecuatorianos.
Ya nos hace falta, no una sino muchas medallas olímpicas. Para mí sería un sueño cumplido. Quiero dar esa alegría a los ecuatorianos.
Se muestra bastante confiada en su capacidad.
Sí. Sé que puedo dar mucho más en este deporte. Si no pasa nada con mi columna y si Dios lo permite, puedo subirme al podio en las olimpiadas de Río de Janeiro.
¿Qué puede suceder con su columna?
Tengo una hernia discal y lumbar. Con terapias me estoy recuperando de la lesión. Decirle que no tengo dolor es mentirle, porque es constante. Con fortalecimiento y estiramiento puedo entrenarme con normalidad. No debo exagerar cuando levanto pesas.
¿Cómo alcanzó la medalla de oro mundial?
La conseguí después de ganar cinco peleas, pero la clasificación a los Juegos Olímpicos se concretó en la cuarta victoria. En marzo pasado pretendía obtener el cupo olímpico en Frisco, Estados Unidos, pero en esa competencia no llegué al 100% porque en diciembre fui operada de apéndice y de la hernia. Pasé un mes en cama. A Mongolia llegué en óptimas condiciones.
¿Ya está recuperada de las dos operaciones?
Todavía no, pero confío en Dios. Me dejaron un puntito en el ombligo que me molesta, como que quiere salir.
¿Usted viajó a Mongolia sin autorización médica?
Sí, lo que pasa es que ningún doctor iba a arriesgarse a dar el aval para que compitiera, porque podía pasar cualquier inconveniente. Competí bajo mi responsabilidad. Yo sabía que iba a clasificarme. No sé si me voy a retirar después de los Juegos Olímpicos.
¿De qué dependería?
Después de participar en Río de Janeiro quiero chequearme para ver cómo sigue mi lesión, porque sería una tristeza retirarme joven, tengo al menos para un ciclo olímpico más. Si toca retirarme, quiero hacerlo siendo medallista olímpica.
¿Cuál es el plan de preparación antes de viajar a Río de Janeiro?
Con Andrés Montaño, quien también se clasificó a los Juegos Olímpicos, y con el técnico Juan Méndez, no entrenaremos en Cuba desde el 20 de mayo. Allí haremos un campamento y competiremos en un torneo de Cerro Pelado, luego iremos a Polonia y a España para entrenarnos y competir con las mejores exponentes de la lucha mundial. Retornaremos a Cuba para bajar las cargas. El 5 de agosto retornaremos a Guayaquil y un día después partiremos con destino a Río de Janeiro, para adaptarnos al clima. El 9 de agosto ingresaremos a la villa olímpica.