El superclásico del fútbol argentino entre Boca Juniors y River Plate, correspondiente a la décima fecha del Torneo Clausura-2010 de primera división, fue suspendido ayer, a causa del mal estado del campo de juego de La Bombonera por una intensa tormenta.
El árbitro Héctor Baldassi determinó la interrupción del encuentro cuando transcurrían nueve minutos de juego, ya que la cantidad de agua acumulada en el terreno de juego impedía el desarrollo normal del partido, al mismo tiempo que se jugaba bajo una fuerte lluvia.
Más allá de que están ubicados muy lejos de los puestos de vanguardia, Boca y River habían convocado a alrededor de 50 000 espectadores en el estadio La Bombonera, de Boca Juniors.
El encuentro se vio postergado varios minutos, primero por la gran cantidad de papeles arrojados por los simpatizantes de Boca, y luego porque el agua había borrado las líneas que delimitan los límites del terreno de juego y parte de las áreas.
Luego de varias jugadas en las que la pelota no rodaba, el árbitro del encuentro, Héctor Baldassi, paró el partido y llamó a los capitanes del local, Martín Palermo, y del visitante, Marcelo Gallardo. Tras charlar unos momentos con ambos futbolistas y explicarles la imposibilidad de seguir jugando porque la pelota quedaba estancada en los charcos, determinó la suspensión del encuentro.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) deberá reprogramar el superclásico, seguramente entre semana, debido a las pocas fechas posibles que quedan ante la inminencia del Mundial.