Si hay una asignatura que Liga conoce de memoria, esa es la de jugar finales. Ayer el cuadro albo apeló a toda la experiencia de sus jugadores, fatigados luego de un año lleno de batallas futbolísticas, para levantar su décima corona del Campeonato ecuatoriano.
Liga ostenta 14 títulos en sus vitrinas (10 torneos nacionales y cuatro internacionales), lo cual le convierte en el equipo ecuatoriano con más trofeos. La vuelta conseguida en el estadio Capwell además es histórica, pues constituye la primera vez que el equipo de la Universidad Central alcanza una copa fuera de la capital: antes las vueltas olímpicas solo se dieron en el estadio Atahualpa y en la Casa Blanca.
Liga sabe de jugar finales. Ayer el equipo llegó al estadio Capwell con el combustible justo para disputar el exigente encuentro. Tenía a sus tres delanteros lesionados: Juan Salgueiro, Carlos Luna y al goleador Hernán Barcos. El trío ha jugado infiltrado los dos últimos meses. Las fuerzas de Barcos no dieron para más y no pudo estar en el partido. La responsabilidad fue de Luna y Salgueiro.
Pero ayer Liga no se destacó por su presencia ofensiva. La ‘U’ tuvo que apelar a la experiencia y mañas de José Francisco Cevallos, al orden y la seguridad de Norberto Araujo y al sacrificio de William Araujo en el medio campo.
Cevallos, a sus 39 años, sigue generando idolatría al interior de la Casona. A ‘Pancho’ no hay que pedirle que vuele de palo a palo o que salga a cortar los lanzamientos de los rivales. Lo suyo es ubicarse dentro de la portería, ordenar a su defensa y, sobre todo, enloquecer a rivales, hinchas ( y a los árbitros también) con su especialidad de quemar tiempo.
Ayer, cuando Emelec lucía su mejor juego, tras conseguir el 1-0 (David Quiroz a los 60 minutos), Cevallos puso paños fríos en el sector defensivo, que por varios momentos se vio vulnerado. Lo buscó Leandro Torres, también lo hizo Marcelo Fleitas, pero el ‘Ballet’ jamás pudo aumentar la cuenta y llevar a la final a una definición por lanzamientos penales.
Cevallos no estuvo solo. Al igual que en las copas internacionales, la seguridad de Norberto Araujo fue fundamental . Cuando Liga lo necesitó, ‘Beto’ redujo al máximo la peligrosidad de Jaime Ayoví, a priori, el delantero más peligroso del cuadro eléctrico.
Las cartas estaban claras desde el inicio. El equipo de Edgardo Bauza tenía dos conceptos básicos. En el primero, había que administrar bien la ventaja de dos goles, conseguidos en la final de ida. Los segundo era que no tendrían fuerza ofensiva, pues Hernán Barcos no pudo recuperarse.
Por ello, Bauza trabajó toda la semana en un planteamiento para blindar la defensa y el medio campo. El ‘Patón’, quien celebra su segundo título local como DT de Liga (fue campeón en el 2007) ubicó a tres volantes de recuperación (William Araujo, Patricio Urrutia y Ulises de la Cruz) para intentar frenar el ímpetu azul.
Jorge Sampaoli, el DT de Emelec, buscó vulnerar a los azucenas por las bandas, sobre todo por la izquierda, queriendo aprovechar los nervios y la inexperiencia del juvenil Marlon Ganchozo. El guayaquileño tuvo complicaciones en el primer tiempo para frenar al velocísimo Joao Rojas e incluso se ganó una amarilla.
En el primer tiempo, Emelec tenía el balón, pero no podía traducir el dominio en goles. La única alegría para los eléctricos llegó a los 60 minutos con el tanto de Quiroz, quien no celebró la conquista , consciente de que faltaba al menos un tanto más.
Pero Emelec se quedó con las ganas de más. En los momentos difíciles apareció la casta de Liga, la jerarquía de un plantel que lleva a cuestas cuatro títulos internacionales alcanzados en los últimas tres temporadas, las más gloriosas del cuadro albo.
En los últimos minutos, reinaba la imprecisión y el vértigo. Hasta que el árbitro Carlos Vera pitó el final del compromiso y desató la emoción de un plantel que quedó dolido tras haber sido eliminado de la Copa Sudamericana y que tuvo que afrontar una semana difícil tras la suspensión de Gonzalo Chila. A ello hay que sumarle las rebeldes lesiones que acompañaron a sus jugadores en los momentos finales de la temporada.
De esta forma Liga de Quito cierra un año productivo: logró la Recopa y recuperó el título nacional. En la Casa Blanca, la alegría no tiene fin.
Partido Emelec vs. Liga de Quito (final 2010)