Los equipos poderosos como Liga siempre tienen la obligación de ganar y gustar. Esa es parte de su filosofía de juego, de su identidad.
Ayer, los albos solo cumplieron con ganar. Por ello, su técnico Edgardo Bauza no dudó en hacer un mea culpa y reconocer que su equipo tiene que mejorar.
En la rueda de prensa posterior al partido, el ‘Patón’ dijo que tendrá que hacer correctivos durante la semana. Sin embargo, el DT está tranquilo: “Siempre es más fácil hacer correctivos cuando se logran resultados positivos”.
Liga fue un equipo pragmático. Anotó pronto (Juan Manuel Salgueiro a los 18’), intentó prolongar la diferencia, pero no lo consiguió. Por ello, en el último tramo del partido se defendió teniendo el esférico y evitó desconcentraciones, como aquella que le costó el empate en el último minuto ante Espoli, hace 15 días.
Con esos argumentos, Liga venció a El Nacional, completó 18 puntos y quedó a uno solo de Barcelona. Esto a una semana del decisivo encuentro entre ambos en la Casa Blanca, en donde estará en juego la punta del torneo.
No siempre se puede ganar y gustar y mucho más cuando al frente está un equipo envalentonado y rejuvenecido como El Nacional de Jorge Luis Pinto.
Los experimentados y multicampeones jugadores albos tuvieron que extremarse y batallar ante el ímpetu de los jóvenes criollos, que jamás bajaron los brazos.
Pinto mandó a la cancha a cuatro volantes menores de 23 años (José Madrid, Flavio Caicedo, Jefferson Villacís y Edson Montaño). Todos seguían las instrucciones de Michael Quiñónez, el virtuoso ofensivo de los zapatos amarillos.
Los criollos ocuparon el ancho de la media cancha y por muchos tramos del partido cancelaron la sociedad Néicer Reasco- Édison Méndez, la mejor fórmula del ataque de Liga. Además, los volantes se daban modos para habilitar a Christian Suárez, el único punta de los militares.
Pese al efectivo planteamiento de los visitantes, Liga es un equipo que siempre presiona a sus rivales e intenta someterlos. Ayer, la ‘U’ no tuvo volumen de juego, pero apeló a las individualidades de Méndez, Hernán Barcos y Salgueiro, capaces de definir ante el mínimo pestañeo del rival.
El partido era movido y exigía concentración a los dos goleros: Alexander Domínguez y Rorys Aragón, quien ayer usó un poco común uniforme rosado.
Suárez, el único punta de los criollos, mostraba sus dotes de gran velocista y en tres oportunidades desairó a Norberto Araujo, uno de los mejores defensas de América, al seleccionado Jorge Guagua y a Carlos Espínola.
Como contraparte, Liga confiaba en la dupla Salgueiro – Barcos. No había treguas en el partido y equivocarse podía costar caro. Eso quedó claró a los 18 minutos, cuando Michael Quiñónez desperdició una opción en el arco de Domínguez y en la jugada siguiente, Salgueiro marcó el gol aprovechando un descuido de Aragón y Carlos Castro.
El charrúa celebró su tercer gol sacando un arco y una flecha imaginaria y apuntando a la tribuna occidental del estadio.
El tanto no mermó el ímpetu criollo, que siguió buscando atacar, apelando a la sociedad Quiñónez – Suárez. Pero ninguno de los dos tuvo ayer el don de la puntería. El Nacional generaba opciones, pero no las convertía.
¿Y Liga? Los albos, como queda dicho, no estuvieron en su mejor tarde, aunque también pudieron incrementar la cuenta, a través de los intentos de Salgueiro (en el segundo tiempo estrelló un balón en el poste). También dispusieron de acciones Méndez y Ulises de la Cruz envió un cabezazo muy cerca del arco criollo.
En los últimos 20 minutos, Bauza mandó a la cancha a Christian Lara en búsqueda de controlar más el esférico y luego a Walter Calderón como piloto de ataque.
El Nacional no encontró los caminos para igualar a los albos, que lograron ganar y no permitir que el Barcelona se aleje. El ‘Patón’ tiene una semana para planificar el partido y tratar de recuperar el liderato del certamen.