Jacob Murillo definió el único tanto del partido ante Leonel Nazareno. Foto: API para EL COMERCIO
Liga cesó a Gustavo Munúa y trajo a Pablo Repetto como entrenador a mediados de año par salvar la campaña del equipo. Alarmados porque el equipo ocupaba las últimas posiciones, los dirigentes también contrataron al brasileño Lucas de Lima y al colombiano Sherman Cárdenas para potenciar la defensa y el mediocampo.
La ‘U’ logró un puñado de puntos, presentó leves mejorías, pero, en las tres últimas jornadas, volvió a su triste realidad: solo logró un punto de nueve disputados.
Los universitarios perdieron ayer, 3 de septiembre del 2017, con Delfín, el líder indiscutible del torneo, un equipo que manda en la tabla acumulada y en la de la segunda etapa. El rendimiento de los ‘cetáceos’ y de los albos ya va marcando una tendencia: Delfín es candidato firme a convertirse en campeón y los universitarios hacen todos los méritos para que esta campaña sea un completo fiasco.
En las últimas tres semanas, los albos solo supieron de reveses: cayeron 4-2 ante El Nacional y en ese juego perdieron por expulsión a su capitán y emblema, Hernán Barcos, quien ayer cumplió su tercera jornada fuera de las canchas. Después, empataron 0-0 en su estadio ante Barcelona y ayer, pese a mostrar una buena imagen en el segundo tiempo, cayeron ante los manabitas en el caluroso estadio Jocay.
La poca cosecha de puntos genera consecuencias en la tabla de ubicaciones. Liga marcha en la décima posición de la acumulada con 28 puntos, seis más que el penúltimo Clan Juvenil, que en las dos últimas jornadas se ha levantado a punta de goleadas: a Universidad Católica y a Guayaquil City. Los universitarios están a ocho puntos del último, Fuerza Amarilla.
“Esperábamos sumar en este partido. Nos habíamos preparado para lograrlo, pero nos desconcentramos en la jugada del gol”, reconocía tras el partido Édison Vega.
A los 33 minutos llegó la acción que definió el juego. Delfín usó todo el ancho de la cancha para vulnerar a los azucenas. La acción se inició en la derecha con Marcos Cangá, quien envió un centro desde esa zona que no pudo ser rechazado por ningún jugador de la defensa universitaria. La pelota le llegó a Jacob Murillo, quien de frente al arco remató a quemarropa ante el guardameta Leonel Nazareno para marcar el 1-0.
Un partido con mucha intensidad pese al sol
Antes del tanto, locales y visitantes no concedían treguas. Era más claro en sus llegadas el Delfín, que tiene la visión de juego de su entrenador Guillermo Sanguinetti. El estratega ha moldeado un equipo solidario que ataca en bloque, que conoce a la perfección los movimientos que tiene que hacer para hacer la transición de la defensa al ataque.
Ayer, Roberto ‘Tuka’ Ordóñez y el goleador Murillo (lleva cinco anotaciones en el año, dos de ellas a Liga) se movían por el frente de ataque. Ellos aprovechaban los centros de Cangá por la derecha y de Geovanny Nazareno por la izquierda.
Además, aprovechando su potencia física, ‘Tuka’ fijaba en su posición a los defensas centrales de Liga, Lucas de Lima y Horacio Salaberry, quienes debieron sudar más de lo previsto para frenar al potente ariete.
Liga apelaba al talento de José Francisco Cevallos, convertido en capitán del equipo, para liderar los ataques. Adelante Jonathan Betancourt y Juan Luis Anangonó buscaban llegar al gol tejiendo paredes en las cercanías del área.
Pero ni Betancourt ni Anangonó tienen el toque fino de Hernán Barcos ni el olfato para saber aparecer en los espacios correctos.
Por ello, Liga siguió mostrándose como un púgil peso pluma en el ataque. Consciente de ello y de la necesidad de ganar, el técnico Repetto mandó en el segundo tiempo a Sherman Cárdenas en reemplazo de Betancourt, para buscar asociación de juego por el centro. También ingresaron los hermanos Anderson y Esmaides Julio como opciones de salida por los costados.
Los albos mejoraron, pero allí apareció la solidez defensiva del Delfín, un equipo que no tiene problemas cuando no tiene la pelota, pues hace bien los deberes en la defensa. En la retaguardia, el capitán Francisco Silva y Henry Cangá no tuvieron problemas en someter a los arietes visitantes.