La libertad es poder entrenar y expresarme sin que nadie me limite en nada. Es poder estudiar lo que me gusta y hacer el deporte que quiero.
Pero, sobre todo, es poder juntarme y relacionarme con cualquier persona.
El máximo momento de libertad se produce cuando entreno, sobre todo en los momentos que estoy nadando o sobre una bicicleta. En esos instantes siento esa libertad porque nadie me puede decir que vaya más rápido o más lento.
Quizás, en las competencias, no concibo del todo la libertad porque está la presión y la ansiedad. Pero en los entrenamientos no hay barreras. En la piscina no me siento muy libre, pero al nadar en aguas abiertas siento la máxima expresión de libertad que existe para mí. En esos momentos, si siento que puedo nadar 8 kilómetros los hago porque no tengo la presión que haya un bote siguiéndome ni nadie que me diga que me detenga. En aguas abiertas también me he desviado. Pero eso es parte del entrenamiento y sobre todo de la libertad misma.