En un país como el nuestro, con un sistema democrático vigente, vivimos una cierta libertad que debemos ejercerla correctamente. Hay que respetar siempre las leyes y los reglamentos.
Antes como deportistas y ahora en el mundo del entrenamiento, guiando grupos, la ejercemos en bien de la producción del país y debemos hacerlo de la mejor manera para servir de ejemplo.
La libertad dentro de un grupo se la inculca con el ejemplo, luego se ponen ciertos parámetros en los viajes, en los entrenamientos. Hay que saber cómo actuar y sobre todo respetar a los demás.
A los futbolistas hay que inculcarles una libertad con responsabilidad. Así el bienestar del grupo está garantizado.
Cuando se trabaja con los niños la libertad es más guiada, enseñarles qué hacer y cómo actuar en diferentes lugares. Con la gente madura la libertad es más controlada, porque saben de las consecuencias.
En definitiva, hay que tratar de no confundir la libertad con el libertinaje, en donde cada quien hace lo que le viene en gana. Eso hay que evitar.