La libertad tiene algunas facetas en la vida que empieza, sin responsabilidades, cuando se nace.
Luego, en la niñez y adolescencia, la libertad va acompañada de deberes que se asumen en la escuela o colegio. La situación es más seria en la universidad.
La libertad implica no ser prisionero de la delincuencia, drogadicción, alcoholismo. En la actualidad, la libertad la disfruto con mis alumnos en un ambiente sano, buscando mejorar la preparación que permita aportar con más éxitos al país.
La libertad es como el viento que va de un lado al otro, como la tierra que se cultiva y da frutos. Eso es la libertad. Eso no tiene nada que ver con el libertinaje.
Me siento libre cuando estoy con mis atletas, al aire libre, quienes marchan de norte al sur y de este al oeste. La libertad es disfrutar del sano esparcimiento, siempre corrigiendo los errores.
A mis alumnos les digo que la libertad hay que disfrutarla, saber sentir y amar lo que se hace. No sentirnos prisioneros de nada. La libertad es hacer todo con voluntad, sin dañar al resto.