Tengo la libertad de tomar decisiones y eso es muy importante para mí. Por ejemplo, en mi profesión, decidí venir al Ecuador. Tuve opciones de jugar en equipos de otros países pero no las acepté. Nadie me presionó y considero que realicé la mejor elección.
Desde pequeño siempre tuve el apoyo de mis padres. Gracias a esa confianza pude seguir con mi profesión de futbolista.
Así pude conocer otros países y aún lo hago. Conozco nuevas culturas y aprendo diferentes idiomas. En lo personal eso me ha dado muchas satisfacciones porque no todas las personas tienen la oportunidad de viajar por el deporte. Además, tengo una linda familia.
Mi esposa que también es de Argentina es quien me acompaña.
Las decisiones que se toman en casa no son individuales. Con mi esposa llegamos a un acuerdo y elegimos lo que es mejor para los dos. Gracias a Dios tengo esa libertad de expresarme libremente y de hacer lo que me gusta. No imagino mi vida de otra manera. Amo mi libertad y es lo más valioso que tengo.