El jugador estrella de los Miami Heat en la NBA, Lebron James dedicó una dura carta sobreimpresa en una fotografía que el jugador colocó en su cuenta de Instagram.
En la fotografía, se aprecia la carta dirigida a su padre biológico Anthony McClelland quien abandonó tanto al jugador como a su madre cuando ella tenía tan solo 16 años. En el texto de la misiva, LeBron le agradece el hecho de que no haya estado en su vida:
“Padre, sabes una cosa, no te conozco, no tengo ni idea de quién eres, pero tú eres parte de la razón que ha hecho que sea quien soy hoy en día. El combustible que me proporcionó tu ausencia es parte de la razón por la que crecí para convertirme en quien soy. Es parte de la razón por la que quiero estar presente en todos mis retos… Estoy en una posición que permite crecer a la gente que me rodea, eso quizá no hubiera sido posible si hubiera tenido padre y madre, dos hermanas, un perro y una valla blanca (picket fence), ¿te das cuenta?”. Esto es por ti Pops!, escribió LeBron junto a la fotografía.
“Gracias por todo. Podría haber dicho por qué no estuviste conmigo, pero mira lo que hice de mí”.
El padre biológico de LeBron tenía problemas con el alcohol cuando nació el jugador y fue su madre, Gloria James quien se ocupó de él en Akron (Ohio) sin ayuda, porque su abuela falleció siendo LeBron un bebé.
Este detalle, hizo que la infancia del MVP durante la temporada anterior de la NBA fuese complicada en diferentes barrios marginales de la ciudad. Por eso, cada vez que tiene la oportunidad, LeBron agradece todos los esfuerzos realizados por su progenitora.
En 2010 apareció un supuesto padre del último MVP de la NBA, Leicester Bryce Stovell, que alegó haber tenido una relación sexual con Gloria cuando esta tenía 15 años para ganar unos cuantos millones, pero el estrambótico asunto se resolvió en los tribunales a favor de King James.
McClelland, el verdadero padre de LeBron, de casi 50 años, fue encarcelado por incendio provocado y robo, y aparece en una fotografía antigua, con una camiseta de baloncesto, en la que el parecido con su hijo es más que razonable.