El alemán Sebastián Vettel redujo ayer al mínimo con una gran remontada el mordisco que el español Fernando Alonso dio a su ventaja al frente del Mundial de Fórmula 1 en el Gran Premio de Abu Dhabi, donde el finlandés Kimi Raikkonen dio la primera victoria del año a Lotus.
El líder del campeonato entró en meta en tercera posición después de partir último y sólo perdió tres de los 13 puntos que le separaban de su máximo rival, que fue segundo en la alocada carrera bajo los focos de Yas Marina.
“Agarramos la carrera por los cuernos. Perdimos muy pocos puntos, aunque al principio de la prueba todo parecía muy distinto”, analizó el piloto de Red Bull.
Alonso terminó con un sabor agridulce, pese a una magnífica carrera en la que partió del sexto lugar en la parrilla. “Estoy muy contento”, aseguró el de Ferrari, aunque su rostro parecía decir otra cosa. El jefe de la ‘Scuderia’, Stefano Domenicali, lo expresó de otro modo: “Por supuesto, nos habría gustado lograr más diferencia con Vettel, cuando se ve de dónde partióél”.
La carrera nocturna en el emirato estuvo llena de emociones, con dos fases de safety-car, el abandono por problemas técnicos del ‘poleman’ Lewis Hamilton y el primer triunfo de Raikkonen desde hace más de tres años.
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Después de su sanción del sábado, que obligó a partir de la última posición por terminar la clasificación por debajo del límite mínimo de gasolina, Vettel protagonizó una espectacular remontada.
“Seb hizo una fantástica carrera. Llegar a la meta detrás de Alonso es más de lo que habíamos soñado”, aseguró el jefe de Red Bull, Christian Horner. Para el piloto, su presencia en el podio no fue ninguna gran sorpresa. “Para ser sincero, lo esperaba”, aseguró.
“El podio era mi objetivo”. A falta de dos carreras para el final del campeonato, Vettel tendrá dentro de dos semanas en Austin su primer ‘match-ball’.
El alemán manda en la tabla con 255 puntos, por 245 de Alonso, por lo que logrará su tercer título si obtiene 16 puntos más que el español en Estados Unidos.
La respuesta de Kimi
El finlandés Raikkonen fue fiel a sí mismo en su día de gloria en Abu Dhabi, donde alimentó la imagen de ‘hombre de hielo’ que se ganó durante su carrera en la Fórmula 1.
“No mucho, la verdad”, respondió el volante de Lotus aún sobre el podio a la pregunta del ex piloto escocés David Coulthard sobre si se sentía feliz tras su primera victoria en más de tres años.
Raikkonen apenas esbozó una sonrisa por el triunfo y prefirió encontrar palabras amables para los miembros del equipo Lotus. “Estoy feliz por el equipo. Ha sido una temporada dura y últimamente no fue fácil. Ojalá esto dé a todo el mundo fe y cambie las cosas para que podamos ganar más carreras, si no este año, entonces el siguiente”, dijo.
“Déjenme en paz. Sé lo que estoy haciendo”, espetó vía radio a su gente en el muro de boxes cuando le dijeron que el hueco de cinco segundos que tenía con el segundo clasificado, el español Alonso, se estaba estrechando.
El finlandés demostró entonces que no sólo hace honor a su apodo de ‘Iceman’ con el gesto adusto sobre el podio, sino también pilotando sobre la pista, pues mantuvo la calma, administró su ventaja y cruzó la meta 0,85 segundos antes que el de Ferrari.