El imbabureño Kevin Minda, jugador de la Católica, en uno de los entrenamientos en el complejo La Armenia. Foto: Facebook del deportista
Llegar a la Católica fue una de las decisiones más sabias y difíciles que ha tomado Kevin Minda en su carrera deportiva. El futbolista de 21 años dejó Liga de Quito, donde se formó y defendió su camiseta durante nueve temporadas, para tener continuidad y oportunidades de crecimiento.
Y sí que lo logró, pero no en la forma en la que esperaba. Con los albos fue campeón en el 2018 y lo hizo como defensa central. Ahora en ‘El Trencito Azul’ se fue amoldando al sistema de juego de Santiago Escobar hasta convertirse en volante de marca.
“Fue un cambio en mi forma de ver el fútbol. No se me ocurrió que pudiera jugar como volante”, asegura Minda.
Santiago Escobar, entrenador de la Católica, fue clave para el desarrollo de Minda. Durante la pretemporada, el estratega cafetero le enseñó los movimientos tácticos que debía realizar. En poco tiempo, el joven futbolista imbabureño fue acomodándose a lo que quería su nuevo entrenador.
“Escobar es un DT que sabe mucho de todas las posiciones del campo. Te explica las cosas con claridad y tiene paciencia para enseñarte”, dice.
Tener a Facundo Martínez también fue clave en el desenvolvimiento de su juego. El argentino fue ubicándolo en la cancha. Le enseñó cómo colocarse entre dos zagueros centrales cuando hay que defender y cómo debe salir jugando cundo es tiempo de atacar.
“Facundo es un jugadorazo. Es el motor y cerebro del equipo y jugar con él es fácil”, manifiesta Minda.
El cambio de club no le afectó. Asegura que en Católica se siente como en casa, a pesar de que fue en Pomasqui donde se dio a conocer. “Me siento cómodo en el club. Como si toda la vida hubiera sido jugador de Católica”, agrega confiado.
Para él, dejar atrás a sus amigos y compañeros de infancia fue una prueba de madurez. Salió de su zona de confort para ganar minutos. En el 2018 y 2019, bajo la tutela del DT Pablo Repetto, apenas disputó 9 partidos. Solo fue titular en cinco ocasiones. Eso sí, cuando le tocó jugar, aprovechó para mostrar su mejor fútbol.
“Necesitaba salir de Liga. El año pasado, cuando me comentó mi representante sobre la posibilidad de llegar a Católica, no lo dudé. Es uno de los equipos que mejor juega al fútbol”, reconoció el ahora volante de corte de los ‘camarattas’.
Sobreviviendo la cuarentena con la familia
Minda vive en Quito con su mamá y su hermano menor. Ambos son los encargados de hacer las compras de comida y de artículos de necesidad básica. Evitan los supermercados para no contagiarse. Tratan de hacerle el ‘gasto’ a las tiendas del barrio.
“Preferimos no alejarnos de nuestra casa para hacer las compras. Procuro turnarme con mi hermano para adquirir los alimentos”, asegura.
Santiago, el menor de los Minda, también es futbolista. Juega en la Reserva de Aucas, por eso, los entrenamientos son compartidos. Kevin sigue las indicaciones que el DT Escobar y sus colaboradores envían todos los días. Pero cuando puede y no le coinciden los de su hermano, aprovecha para hacer doble turno con lo que los entrenadores orientales ponen a disposición.
Mientras llega el día de volver a las canchas y a las prácticas, el juvenil aprovecha el tiempo en familia. Sigue las recomendaciones que han impuesto el Gobierno y el club, debido a la pandemia.