Kerly Bedoya, talento de la pistas atléticas

Kerly Bedoya (centro), en el podio con Meriam Pastusaca (izq.) y Aslhy Mena (der.). Foto: Cortesía del Ministerio del Deporte

Kerly Bedoya (centro), en el podio con Meriam Pastusaca (izq.) y Aslhy Mena (der.). Foto: Cortesía del Ministerio del Deporte

Kerly Bedoya (centro), en el podio con Meriam Pastusaca (izq.) y Aslhy Mena (der.). Foto: Cortesía del Ministerio del Deporte

Su principal referente en el atletismo es Marizol Landázuri, por sus triunfos y porque es una guerrera en la pista. Kerly Bedoya la admira y quiere superar los éxitos de la campeona de los 100 metros planos en los Juegos Sudamericanos realizados este año en Bolivia.

Bedoya, de 15 años, define a Landázuri como una atleta que se entrega por completo en la pista. “La admiro por su dedicación y temperamento, es una excelente deportista”. A escala mundial siempre siguió de cerca al corredor jamaiquino Usain Bolt.

Ella no quiere únicamente clasificarse a un Mundial o 
a unos Juegos Olímpicos. “Mi sueño es ser campeona mundial y olímpica”. Su nombre empezó a sobresalir el año pasado, tras la obtención de la medalla de oro en la prueba de 80 metros con vallas en los Juegos Sudamericanos Escolares, con sede en Colombia.

A escala nacional, en su prueba es la mejor en la categoría menores. También es la mejor del país en salto largo prejuvenil, con una marca de 5 metros y 35 centímetros. Ese registro le permitió clasificarse a los Juegos Sudamericanos Sub 18, realizados este año en Cuenca. Terminó novena ante rivales de mayor edad.

Incursionó en el atletismo a los 9 años. Sus padres llegaron a las oficinas de la Federación Deportiva del Guayas para inscribirla en una colonia vacacional de natación, pero ante la falta de cupos se inclinaron por el atletismo. Así lo recordó su madre, Leidy Lara.

Es alumna del primer año de Bachillerato en la Unidad Educativa de la Federación Deportiva del Guayas. Ella se levanta temprano para bañarse, desayunar y llegar con tiempo a su primera jornada de entrenamientos, lo hace de 07:00 a 09:00. En la tarde almuerza 
en el colegio y se prepara de 15:00 a 16:00.

Desde mediados del mes pasado permaneció fuera de su hogar por una concentración en Cuenca para adaptarse a los 2 550 metros de altitud, antes de los Juegos Nacionales de Menores. Lo hizo con otros atletas guayasenses, que participan hasta la tarde de hoy en la pista del estadio Jefferson Pérez de la capital azuaya.

Según Ariel Hernández, entrenador de atletismo de Guayas, a Kerly la dirige desde los 10 años. “Es una atleta muy entregada a sus tareas diarias, bastante disciplinada y enamorada del deporte, que es algo fundamental”. Con esos atributos, cada año ha mejorado sus marcas.

El adiestrador cubano pone énfasis en el apoyo que su dirigida recibe de los padres: Washing­ton Bedoya y Leidy Lara. “A ellos les gusta el deporte, siempre están pendientes de Kerly, tengo contacto permanente con ellos”. Insiste en que la buena comunicación es clave en cualquier actividad.

Sobre las aspiraciones de su alumna, Hernández advierte que todo dependerá del apoyo que reciba durante su proceso de aprendizaje. Todo deportista que llega al alto rendimiento sueña con una medalla mundial u olímpica, pero “no todos avanzan por falta de recursos económicos”.

Su progenitor se siente orgulloso de tener en casa a una campeona y vicecampeona sudamericana escolar, decidida y responsable. Él cuenta que su hija le confesó que quiere ser campeona olímpica, estudiar en Estados Unidos y tener una vivienda con piscina.

Antes de las competencias, sus compañeras le pintan las uñas con los colores de la bandera del Guayas. Ella es comunicativa y amable con todos.

Hernández considera que su dirigida tiene una marca aceptable para su edad en la prueba de salto largo: 5,35 metros. A su criterio, no se la debe apurar porque se corre el riesgo de acelerar el proceso y que a los 20 años ya no compita.

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