Se castiga a los juveniles pero, ¿y las mafias?

Finalmente, llegaron las sanciones para Casquete, Tello y ‘Montaño’, en medio de un paquete de decisiones en la Ecuafútbol. Esto merece algunas reflexiones urgentes:

1. El Reglamento, ese inevitable corsé

Las sanciones se ajustan al Reglamento, así como el rechazo oficial al pedido de que se suspenda la exigencia de utilizar al sub 18 en los partidos de la Serie A y Serie B. Puede parecer que hay dedicatoria a Liga porque Casquete es castigado con un año y los demás con un semestre, pero las normas son las normas y un Comité Ejecutivo jamás se irá en contra de lo escrito.

2. El sentido común, el menos común de los sentidos

Sin embargo, eso no resta que los castigos a Casquete y compañía no aparezcan como inapropiados, cortos, suaves, insuficientes. El mensaje es que, si alguien hace trampa con sus documentos, lo máximo que puede pasar es dejar de jugar un año. Si colaboras con la investigación, hay menos tiempo de vacaciones. Por supuesto, estamos ante un delicado punto en que una sanción de esta clase no pueda (no debería) destruir la carrera del futbolista pero que tampoco sea tan suave que incentive nuevos casos. Me temo que es esto último, sobre todo si tenemos como ejemplo claro que un infractor llegó a capitán de la Tricolor. Quizás sea necesario no caer tanto en la complacencia (“pobrecitos los chicos, no tienen la culpa”) y buscar una escala de sanciones que permitan al jugador ganarse la vida pero sin acceso a privilegios como jugar en la Tricolor. O que el primer club en inscribir al infractor sea sancionado de alguna manera.

3. ¿Y las mafias?

Creo que nos estamos quedando en un lugar común: “los culpables son las mafias”. El problema es que esas famosas “mafias” que se aprovechan de los chicos y sus familias no han sido expuestas, carecen de rostros, direcciones, cuerpos. Son fantasmales, más difíciles de hallar que el Chapo Guzmán. Y eso permite que todos los involucrados en esta cadena de trampas (jugador, familia, agentes, Estado/Registro Civil, club, Ecuafútbol) queden como víctimas. ¡Toditos han sido engañados, uno por uno, pobrecitos! Además, no identificar a estas “mafias” da paso a la impunidad. Se verá si la Fiscalía logra hallar y enjuiciar al entrenador que en Esmeraldas hizo que Tello aceptara cometer fraude. Eso permitiría dar el primer paso realmente verdadero para solucionar este problema.

4. El Mundial Sub 17

Esto llena de vergüenza al fútbol ecuatoriano y no debería jugarse el Mundial Sub 17 en Chile. Pero bueno, ya depende de la conciencia de cada uno. Así como quedó en un asunto de conciencia la sanción en contra de Octavio Zambrano, quien siempre tuvo la razón pero, como Galileo que decía la verdad sobre el Sol y la Tierra, igual ha sido castigado.

5. ¡4 000 cédulas!

En un acto sin precedentes en el mundo, la Ecuafútbol y el Registro Civil emitirán nuevas cédulas para todos los chicos, desde la Sub 12 hasta la Sub 18. Qué esperan, llamen al Record Guinnes. Pero esto no valdrá de nada si el mecanismo del fraude no es detectado y extirpado, ya que todos los días nacen niños y todos los años se reclutan jugadores. ¿O creen que una depuración masiva será suficiente? El sistema debe desaparecer.

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