Júnior Sornoza es una de las figuras del Independiente del Valle 2016 en la Copa Libertadores y en el campeonato nacional. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
A Júnior Sornoza le gusta acudir al bar del Centro de Alto Rendimiento del Independiente del Valle, tras una jornada diaria de entrenamientos. Ahí, entre algunos niños y adolescentes del club que sueñan con llegar a jugar como él, compra un plato de cebichochos o alguna que otra golosina.
Sornoza pasó por el bar muchas veces durante su adolescencia. Llegó a la residencia del equipo rayado cuanto tenía 15 años tras un paso de apenas dos meses en el club Norteamérica, de la Segunda categoría de Guayas.
En el complejo deportivo de Sangolquí se alimentó, estudió, hizo amigos y se formó como futbolista hasta debutar en la Primera División, en el 2011. Hoy, a sus 22 años, luce la camiseta número 10 del equipo de Primera, un número que se destina a los talentosos.
El jueves, por primera vez, exhibirá ese número en un partido internacional ante River Plate de Argentina. Será el duelo de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores de América y el primer enfrentamiento de ambos planteles, en su historia. El cotejo se iniciará a las 17:30, en el estadio Olímpico Atahualpa.
A Sornoza le acompañarán otros jugadores como Luis Caicedo y Jefferson Orejuela, con quienes compartió concentraciones durante su paso por las divisiones del conjunto rayado. Ellos ahora forman parte de la columna vertebral del equipo titular que también tiene sus soportes en los jugadores extranjeros: el paraguayo Daniel Azcona (de 33 años) y los uruguayos Christian Núñez (33) y Mario Rizzoto (31). Este último tiene una contractura muscular y verá el partido desde las gradas.
Sornoza admite que el encuentro en el Atahualpa será especial. Él anhelaba jugar un cotejo internacional de trascendencia desde su niñez, cuando pateaba el balón en las calles de la ciudadela Briones, de Portoviejo, una de las ciudades afectadas por el terremoto de la semana pasada. Sus familiares y amigos de infancia viven en esos sectores. Y, por esto, el manabita ve el cotejo como la posibilidad de dar alegría a esas personas, a la distancia.
Sornoza fue uno de los jugadores del club de Sangolquí que más se inquietó tras el movimiento telúrico. Llamó a sus familiares para ver si estaban bien y recibió respuestas alentadoras. Pero se puso triste al conocer los daños en las viviendas.
Por ello, participó activamente en la recolección de alimentos y agua que organizó el club para enviar a los damnificados, la semana pasada. “Es una buena iniciativa del club. La institución ha apoyado a toda la gente damnificada. Ojalá podamos conseguir una buena taquilla”, aseguró antes de la práctica del 25 de abril del 2016 donde el entrenador Pablo Repetto empezó a preparar la estrategia para el encuentro. Toda la taquilla será destinada para los afectados por el terremoto.
Repetto cuenta con Sornoza para conformar el equipo titular y el manabita quiere rendir bien en el cotejo más importante del club, en su historia. “Será un partido muy lindo de jugarlo. Ojalá salgamos enchufados para brindar alegría a toda esta gente”, aseguró y se ilusionó con la posibilidad de marcar un gol. “Dios quiera y ojalá se me pueda abrir el arco para festejar”, confirmó el portovejense.
Este año, ya lleva cuatro anotaciones con el plantel en lo que va de la Copa Libertadores. Él es el máximo anotador del plantel en su historia. Con los negriazules ha marcado 46 anotaciones en partidos de la Serie A y ocho en torneos internacionales.
El jueves, quiere anotar su tanto 55 con el Independiente y, si es posible, la conquista de la victoria.