Adrián Gabbarini (izq.), Franklin Guerra y Horacio Salaberry celebran con LDU. Foto: API
Una semana después de fichar por Barcelona SC, el uruguayo Damián Frascarelli recibió los papeles que le acreditan como ecuatoriano por decreto. El futbolista, que militó antes en Guayaquil City, puede jugar esta temporada sin ocupar puesto de foráneo.
La nacionalización del guardameta, de 33 años, permitió que el equipo amarillo disponga de dos cupos más para extranjeros. Si el club cubre esas plazas tendría en su plantilla a nueve futbolistas nacidos fuera de Ecuador.
Hasta el momento, Barcelona cuenta con siete foráneos: Frascarelli, Robert Herrera, Damián Díaz, Matías Oyola, Gabriel Marques, Sebastián Pérez y Óscar Estupiñán. José Francisco Cevallos, presidente del equipo, dejó abierta la posibilidad de completar la cuota de extranjeros.
El dirigente aclaró que el trámite de Frascarelli se inició el año pasado, cuando el uruguayo militaba en Guayaquil City. Sin embargo, su carta de naturalización –por decreto presidencial- llegó días después de su fichaje por el ‘Ídolo’.
Imagen referencial del guardameta uruguayo Damián Frascarelli, nuevo refuerzo del Barcelona Sporting Club, tomada de la aplicación para móviles del conjunto torero.
En los últimos 10 años, las naturalizaciones a futbolistas se entregaron por la misma razón: “servicios relevantes al país”. Esta es una concesión que solo puede otorgar el Primer Mandatario y ha servido para que futbolistas como Esteban Dreer, Horacio Salaberry, Matías Oyola y Librado Azcona, entre otros, hayan alcanzado su cédula de ciudadanos ecuatorianos.
En total, 25 futbolistas se nacionalizaron en la última década. Jugadores de Barcelona, Emelec y Liga fueron quienes más aprovecharon la medida.
La inclusión de Frascarelli en Barcelona no dejó contentos a todos: Carlos Alfaro Moreno, exvicepresidente y actual director de las formativas del club, se mostró molesto pues considera que su arribo bloquea el desarrollo de Víctor Mendoza, que hasta el año pasado era segundo golero del equipo.
“Jamás hubiese apostado porque un arquero de 33 años venga a reforzar al equipo. Este era el año de Mendoza”, dijo el exdelantero y exdirigente.Alfaro también es naturalizado. Pero él optó por esperar hasta su retiro (2002) para iniciar los trámites por la ciudadanía ecuatoriana. De acuerdo con su postura, que un futbolista extranjero libere una plaza impide que nuevos talentos nacionales aparezcan.
Barcelona tiene siete extranjeros en su nómina actual. Pero hay un equipo que lo supera en ese rubro: Fuerza Amarilla, de Machala, que cuenta con cuatro naturalizados y cinco extranjeros. Los machaleños regresaron a la Serie A, tras una temporada en la B.
Emelec y Liga de Quito también coparon de extranjeros sus plantillas para esta temporada. Los eléctricos cuentan con seis extranjeros, dos de ellos naturalizados; los albos tienen siete, solo el uruguayo Horacio Salaberry tiene cédula ecuatoriana. Sin embargo, en el caso albo, Hernán Pellerano no será inscrito durante el primer semestre. Él se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha y está en proceso de recuperación.
Los eléctricos ocupan el segundo lugar entre los clubes que más futbolistas nacionalizaron: cuatro desde el 2010. Liga también obtuvo cuatro cartas de naturalización para sus jugadores, en este lapso. Futbolistas como Norberto Araujo y Claudio Bieler son ecuatorianos por decreto.
Hernán Galindez (amarillo) de la U. Católica ante D. Cuenca en el estadio Alejandro Serrano Aguilar en el 2017. Foto: API
Como contraste, está el caso del argentino Hernán Galíndez. El portero de Universidad Católica lleva ocho años en el país y desde hace dos intenta obtener su nacionalidad mediante el trámite regular. “Lo único que puedo decir es que (el documento) está en trámite, tengo entendido que en la última instancia”, escribió en sus redes sociales.
La ‘Chatoleí’ ya cuenta con un naturalizado: el mediocampista y capitán del equipo, Facundo Martínez, obtuvo el documento en 2017, Con él, los quiteños tendrán a seis extranjeros en sus filas.