Jugadores y directivos conversaron este 25 de mayo en el complejo de Liga de Quito en Pomasqui. A la derecha están Esteban Paz y Hernán Barcos. Foto: Álex Puruncajas/ EL COMERCIO
Los jugadores de Liga de Quito volvieron a interrumpir su entrenamiento que debía iniciarse a las 10:00 de esta mañana del 25 de mayo del 2017 en el Complejo de Pomasqui, en las afueras de la capital.
Algunos de ellos salieron para cumplir los ejercicios previos de calentamiento, pero fueron llamados al interior del Complejo para hablar con el dirigente Esteban Paz. El directivo arribó al lugar con Diego Castro para intentar solucionar los conflictos del equipo.
La víspera, la tarde del 24 de mayo, los jugadores decidieron no entrenarse. Trascendió que entre los futbolistas hubo molestia porque los directivos decidieron retener el 30% de los salarios mensuales mientras no se consigan buenos resultados.
Solo unos juveniles se quedaron en la cancha principal a la espera de conocer sus resoluciones.
El entrenador Gustavo Munúa admitió que los jugadores no cumplieron la práctica, pero agregó que consideró que los jugadores ya habían cumplido sus cargas de trabajo.
Tras la reunión entre los futbolistas y los directivos, Paz ratificó que se mantendrá la medida de retener parte del salario a los jugadores si no se consiguen buenos resultados en los próximos partidos.
Con ello, los futbolistas volvieron a practicar una hora más tarde de lo previsto.
Paz admitió que existe una crisis de resultados, pero apuntó a que solo se busca a una “crítica destructiva”. Se mostró molesto por los periodistas que cuestionan su desempeño.
Los directivos de la Comisión de Fútbol están molestos con los jugadores por la falta de resultados positivos en el Campeonato. Liga marcha décimo en la tabla de posiciones del torneo local.