Los jugadores del Deportivo Quito acudieron al complejo en Carcelén, para dialogar con los directivos sobre la suspensión por deudas del equipo. Foto: David Paredes/ EL COMERCIO
No había necesidad de que los jugadores del Deportivo Quito lleguen al Complejo Ney Mancheno para concentrar antes del partido contra River Ecuador.
Ayer, 20 de noviembre del 2015, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) ratificó la sanción que impide que a los chullas jugar el domingo 22 de noviembe ante el cuadro porteño.
Una deuda de USD 150 000 complicó los planes de la dirigencia, que no cumplió con el plazo que impuso la FEF para pagar la deuda a la Asociación de Futbolistas Ecuatorianos (AFE).
Este sábado 21 de noviembre, el cuerpo técnico y jugadores llegaron a Carcelén para conversar con dirigentes. Desde las 09:15 los autos de los futbolistas ingresaron al Complejo.
No había horario, poco a poco fueron llegando los futbolistas. Uno de los últimos en arribar fue Carlos Sevilla, quien parqueó su Lexus en el mismo puesto de siempre y fue uno de los pocos que bajó del vehículo una maleta.
Mientras esperaban la llegada de un dirigente, los jugadores esperaron en la entrada del edificio de concentración. No ingresaron, solo se reunieron afuera y conversaban sobre la situación.
Todavía no hay respuesta de los dirigentes, que están analizando la situación. A esta preocupación se suma la deuda a los trabajadores administrativos, a quienes les prometieron pagar el viernes.
Alexi Lemos, arquero del club, recibió a familiares y amigos en la puerta del complejo. “Solo vamos a hablar, no vamos a entrenar”, aseguró el guardameta.
Hasta las 10:08 no hubo presencia de ningún integrante del Directorio. Se especulaba que estaban reunidos tomando decisiones.