Oña, López y Arroyo son los que más juegan

Andrés Oña ha jugado 323 juegos en la Serie A desde el 2010. Es titular en Católica.  Foto: Ismael Morales para EL COMERCIO

Andrés Oña ha jugado 323 juegos en la Serie A desde el 2010. Es titular en Católica. Foto: Ismael Morales para EL COMERCIO

Andrés Oña ha jugado 323 juegos en la Serie A desde el 2010. Es titular en Católica. Foto: Ismael Morales para EL COMERCIO


Andrés López
salió a paso lento de la cancha tras un impacto con un rival de Liga de Loja, en el estadio Reina de El Cisne, en el 2013. El árbitro consideró que fingía la dolencia y le mostró una segunda tarjeta amarilla y lo expulsó cuando defendía al Cuenca.

Esa es la única expulsión que López ha sufrido en sus 10 años en la Serie A. El lateral cuencano ha procurado evitar el juego brusco, mantenerse en forma y cumplir las disposiciones tácticas en su trayectoria.

Advierte que estos ‘secretos’ le han permitido ser titular en la mayoría de encuentros en Deportivo Cuenca y Católica. El año pasado, por ejemplo, disputó todos los partidos del torneo con la ‘Chatoleí’. Nunca se quedó en la banca.

“El cuidado fuera de la cancha, el descanso y la buena alimentación me han permitido mantenerme en forma. Gracias a Dios he podido jugar todos los partidos”, expresa. Él lleva 323 partidos en la Serie A.

Para ‘no aflojar’ la titularidad, procura siempre llegar a tiempo a los entrenamientos. También acude al gimnasio del complejo, donde se entrena el equipo, en La Armenia, para fortalecer su musculatura.

La mañana del jueves pasado salió del ‘gym’ para ir a la cancha y posar para una foto de este Diario. Al percatarse de su presencia, los utileros le reclamaron, en son de broma, su presencia en la cancha.

“Voy a anunciar mi retiro de la Católica”, dijo en tono solemne el lateral. Para ‘enfadarlo’, le respondieron que Hernán Darío Gómez, entrenador de la Selección, estaba observando su comportamiento.

Gómez no ha convocado al lateral a la Tricolor y esa es una de las deudas pendientes que tiene el jugador. Él quiere ser llamado para un partido oficial. Antes, fue llamado solo para un entrenamiento.

“Siempre le digo a mi mujer (Rossy Bravo) que algo debe faltarme para llegar a la Selección. Por eso, no me conformo y lucho para mejorar todos los días”, expresa el cuencano, que llegó a Católica, en el 2016. Desde entonces, ha sido fijo en el costado derecho del plantel.

Dixon Arroyo (de Emelec) y Franklin Guerra (de Liga de Quito) también estuvieron en 44 partidos del torneo 2018. El volante de los eléctricos se mantiene como estelar, mientras que Guerra perdió la titularidad por las lesiones y la llegada de refuerzos extranjeros.

Arroyo, de 26 años, se ganó la titularidad en el cuadro del ‘Bombillo’, pese a que llegó el entrenador Mariano Soso.

Detrás de ellos está Andrés Oña, quien solo se perdió uno de los cotejos del año pasado con Católica. Ocurrió cuando el DT Santiago Escobar decidió que debía descansar porque su equipo debía jugar nuevamente en tres días.

Oña y López, precisamente, suelen concentrarse juntos antes de los partidos de la ‘Chatoleí’. Ahí hablan de la marca que ha establecido López.

Oña se desempeña de volante 5. Para jugar en esa posición se requiere un amplio despliegue físico y juego fuerte para bloquear a los rivales. Admite que se precisan esas características. A sus 26 años, ha aprendido a ubicarse mejor en el centro de campo para anticiparse a los rivales y arrebatarles el balón. También aprendió a realizar pases más precisos.

Oña procura dormir ocho horas diarias. También toma una siesta de 90 minutos. Eso sí, siempre está pendiente de sus hijas Emilia y Ariana, de 7 años y 4 meses, en ese orden.

Su esposa Karina lo apoya para que se mantenga en forma y
lleve una buena dieta para que soporte el trajín de los cotejos.

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