En sus segundos Juegos Olímpicos en París 2024, Angie Palacios tuvo la revancha de Tokio 2020+1 y se subió al podio para obtener la medalla de bronce. Aquello marcó un hecho histórico para el deporte ecuatoriano, sin embargo, es no fue lo único, pues compitió con una dolencia.
La tarde este viernes 9 de agosto de 2024, Ecuador sonrío junto a la pesista cuando llegó el fin de la competencia. La tricolor generó la ilusión de llevarse el oro y lideró la competencia en más de una oportunidad, inclusive cuando la plata parecía una certeza, esta le fue arrebatada a último minuto por Mari Sánchez.
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En la competencia, durante la modalidad de envión, la tricolor realizó su tercer y segundo levantamiento seguidos y correspondieron a 138 kilogramos y 140. Antes había levantado 135 kg.
La decisión, sin embargo, sorprendió debido a la premura y al escaso aumento de peso, lo cual permitió brindar un margen de especulación a sus rivales que la superaron. Después de la competencia, Palacios explicó qué sucedió durante el evento y cómo fue su experiencia.
La lesión de Angie Palacios en los Juegos Olímpicos
Entre lágrimas y con una sonrisa en el rostro, Palacios no pudo ocultar su felicidad a raíz de la distinción obtenida. A su vez, agregó que dio todo de sí en cada movimiento y el esfuerzo no faltó. Asimismo, destacó el proceso que había atravesado para llegar hacia París.
“Hace más o menos un mes tuve una lesión en la espalda, una lesión facetaria en L5 (quinta vértebra de la región lumbar) y S1 (primera vértebra de la región sacra), la cual impidió seguir con mis entrenamientos y me obligó a parar hasta dos semanas. Pensé que todo se había acabado, pero las personas que estuvieron conmigo me dieron el valor de seguir adelante”, señaló.
La deportista señaló que aquella lesión había cambiado todo para potenciarse aún más y aumentar aún más sus marcas en los Juegos Olímpicos. Lo sucedido le condicionó y debía tener mesura en torno a los levantamientos.