Flavia Saraiva de Brasil compite en la barra en la ronda de clasificación femenina de gimnasia artística de los Juegos Olímpicos Río 2016 el domingo 7 de agosto de 2016, en la Arena Olímpica Río en Barra da Tijuca, en Río de Janeiro (Brasil). EFE
En el primer día de competencia oficial de los
Juegos Olímpicos de Río 2016, el gimnasta francés
Samir Aït Said experimentó una escalofriante lesión al realizar un salto de potro en la disciplina de gimnasia artística. La imagen del deportista de 26 años, tomando su cabeza con sus manos al mismo tiempo de presentar la doble fractura de tibia y peroné, rápidamente dio la vuelta al mundo convirtiéndose en un fenómeno viral.
Esto explica la necesidad de imponer nuevas marcas en las disciplinas deportivas de alto rendimiento para conseguir resultados competitivos y es la principal razón para que varios especialistas investiguen sobre los límites humanos al momento de practicar alguna disciplina deportiva.
Desde que Pierre de Coubertin materializó la idea de los
Juegos Olímpicos en 1896, bajo el lema de “Citius, Altius, Fortius” (Más rápido, más alto, más fuerte) en un ámbito esencialmente académico, ningún deportista pudo imaginar que esto desencadenaría una verdadera lucha por alcanzar la victoria hasta los niveles de la exaltación.
Para el doctor Óscar Vizuete, reconocido médico deportólogo ecuatoriano, y con vasta experiencia en lesiones deportivas, explicó los límites que puede tener un deportista de élite. El Dr. Vizuete, aseguró que los límites son relativos, porque “un deportista siempre sabe hasta cuándo puede dar” en referencia a la lesión del atleta francés Samir Aït Said.
“Posiblemente, el hecho de querer clasificar, hace que estas cosas sucedan. Posiblemente fue muy veloz, se elevó mucho y dos o tres grados que pueden parecer insignificantes son suficientes para que a esa velocidad y con esa altura, mecánicamente cayó muy mal y por tanto esa fatal doble fractura de tibia y peroné” aseguró el especialista en medicina deportiva.
Otro de los factores que el Dr. Óscar Vizuete estableció para los posibles límites de un atleta se refiere al registro de tiempo que un deportista planea cumplir sus objetivos: “Si yo pienso hacer 10 segundos en 100 metros planos, este límite está supeditado a varios factores como por ejemplo, la presión ambiental, la velocidad del viento, al clima, o a cómo puede ser el estado de ánimo del deportista” aseguró el galeno.
Pero ¿Qué es la gimnasia artística?
Es una disciplina que surge en la prehistoria como práctica física. En el siglo XIX se independizó de la gimnasia en general. Esta disciplina ha estado presente en los Juegos Olímpicos modernos desde su primera edición en Atenas 1896, pero no sería hasta los Juegos de 1928 cuando se decidió abrir la rama femenil. A esta disciplina, se asigna un nivel de dificultad a la tabla codificada de los elementos gimnásticos. Cada ejercicio es evaluado por dos grupos de jueces, obteniendo así dos puntuaciones basándose en dos aspectos:
1. Dificultad: Se suma la puntuación de los ocho elementos más difíciles (10 en los hombres).
2. Ejecución: Se evalúa, hasta 10.0 puntos, la ejecución artística, penalizando los errores.
La gimnasia artística contempla varias disciplinas entre las que se destacan:
Suelo
El gimnasta español Ray Zapata compitió el sábado 6 de agosto de 2016, en la ronda de clasificación de gimnasia artística masculina en los Juegos Olímpicos Río 2016, en Arena Olímpica de Río de Janeiro (Brasil). EFE
Sobre una superficie construida de un material elástico para amortiguar las caídas, el ejercicio debe adaptarse musicalmente mediante una coreografía. Durará entre 70 seg (M) y 90 seg (F). Mezclar elementos acrobáticos y gimnásticos sin salirse del tapiz cambiando la dirección y el nivel de movimiento para obtener mejor puntuación. Los elementos gimnásticos deben fluir durante el ejercicio, los saltos deben cubrir grandes distancias y las piruetas y giros añadir emoción, en el caso de las mujeres, a la música.
Caballo con arcos, anillas y barra de equilibrios
Caballo con arcos
El gimnasta español Nestor Abad compitió el sábado 6 de agosto de 2016, en la ronda de clasificación de gimnasia artística masculina en los Juegos Olímpicos Río 2016, en Arena Olímpica de Río de Janeiro (Brasil). EFE
Sucesión de movimientos circulares con todo el cuerpo y pendulares con las piernas abiertas en tijera.
Anillas
El estadounidense Jacob Dalton compite una prueba de la fase clasificatoria de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos Río 2016 el sábado 6 de agosto de 2016, Arena Olímpica en Río de Janeiro (Brasil). EFE
Incluye elementos de fuerza, vuelos y equilibrios.
Barra de equilibrios
La gimnasta guatemalteca Ana Sofía Gómez participa del clasificatorio de gimnasia artística durante los Juegos Olímpicos Río 2016 el domingo 7 de agosto de 2016, en Río de Janeiro (Brasil). EFE
Combinación de saltos, giros, pasos y posiciones estáticas, que concluye con una salida acrobática por un extremo o un lateral
Paralelas asimétricas y barra fija
El atleta alemán Marcel Nguyen compite en la barra horizontal en Río 2016. EFE
Las paralelas asimétricas cierran el orden de aparatos femeninos. Los giros y ‘sueltas’ se suceden junto a los movimientos de enlace entre las dos bandas. La barra fija cierra el orden de aparatos masculinos. Combina giros con ‘sueltas’.
Barras paralelas
El atleta ruso David Belyavskiy compite en las barras paralelas en Río 2016. EFE
Los movimientos continuados se desarrollan sobre y debajo de las barras.
Salto de potro
El atleta estadounidense Jacob Dalton compite en el salto de potro durante Río 2016. EFE
Tras una carrera, el gimnasta realiza un salto, terminando con un aterrizaje controlado. Esta fue precisamente la disciplina en la que participó Samir Aït Said y en donde ocurrió la impresionante lesión.
Con el decurrir del tiempo, el ser humano ha sido capaz de llevar sus límites fisiológicos a extremos inimaginables. Y es aquí donde se genera la siguiente interrogante: ¿Existen límites? Para explicar este especial apartado, la ciencia del deporte es un buen indicador.
Por ejemplo, el portal La Vanguardia menciona el estudio realizado por el Instituto Francés del Deporte el cual llegó a la conclusión en 2008, que los récords mundiales tocarán techo en el año 2060. Después de analizar más de 3 000 marcas en los últimos 100 años, notaron que los atletas aprovechaban el 75% de su potencial en 1896, mientras que en el 2008 ya consiguieron el 99%.
La Vanguardia apunta además, que de acuerdo con otro estudio coreano de Yu Sang Chang y Seung Jin Baek, publicado en el International Journal of Applied Management Science, estos límites llegarán mucho antes, es decir, en 10 años.
Existen algunos datos que explican el progreso de las últimas décadas. Por ejemplo, el aumento en el consumo de carne, y el evidente aumento de la masa muscular; la higiene y la salud también han mejorado. También las técnicas de entrenamiento se han sofisticado, las instalaciones son casi perfectas, los accesorios, desde zapatos, trajes de baño u otros elementos son casi óptimos.
Desde el estricto punto de vista médico, existen límites infranqueables, que residen en la estructura ósea y la fuerza muscular. Los huesos se pueden romper si caen de una cierta altura; los músculos pueden aumentar de volumen y fuerza, pero los tendones, que no varían, difícilmente pueden aguantar más allá de un cierto límite. La Vanguardia señala además, que si comparamos el cuerpo humano con una máquina, también hay un problema de suministro energético: un principio básico explica que la actividad metabólica en máximo ejercicio no suele superar siete veces la del metabolismo en reposo. Es decir, que por mucha gasolina que se ponga, el coche no irá más rápido.
Pero también hay quienes defienden que el límite del ser humano todavía no está cerca. Uno de ellos es el mítico atleta Sebastián Coe, doble campeón Olímpico y presidente de la IAAF quien visitó Río de Janeiro el 15 de mayo del 2016 para observar junto a Agberto Guimarães, director de competencias de Río 2016, el test de atletismo. Allí Coe aseguró que todavía “ni siquiera estamos cerca de los límites”.
Es más, Coe anticipó en esa fecha que la nueva pista atlética de Río al sitio oficial de Río 2016. “Sinceramente lo espero. Es una superficie muy rápida. Mondo es un gran proveedor de pistas y ha sido nuestro socio por muchos años. Por lo que sí, con un estadio completo con apasionados y ruidosos fans del atletismo, los atletas van acelerar su marcha y estar a la altura de las circunstancias”. “Será un evento muy bueno y el mensaje a la gente es ‘venga y véalo’. Usted verá algunos de los atletas más sobresalientes no sólo de su generación sino de la historia del deporte”, agregó.
Sin embargo, los deportistas tienen una sola idea en mente: Ganar. O en su defecto, conseguir un puntaje perfecto para avanzar en las diversas etapas de una disciplina deportiva específica. La mentalidad ganadora es la que prima en los deportistas y atletas de elite, quienes llevan a sus organismos a esa delgada línea entre la competitividad y la resistencia del cuerpo humano para superar lo que hasta hace unos años parecían barreras infranqueables.
Es aquí, en donde se abre el debate entre el límite de lo humano y el ámbito científico. Este último no encuentra todavía aquella fórmula capaz de dotar con alguna fórmula a los seres humanos la “perfección absoluta” deseada. Pero el deportista de élite vive en tensión en su constante empeño por superar sus propias marcas e incluso, para superar a sus rivales.
Cada disciplina tiene sus récords deportivos. Por lo general, las marcas deportivas más relevantes están relacionadas con actividades límites para el ser humano: el más rápido, el más fuerte, la mayor distancia, la mayor altura y la mayor profundidad. En este ámbito, existe una larga lista de deportistas quienes gracias a sus destrezas, han conseguido hazañas y récords mundiales impresionantes que rozan lo increíble.
Sin duda alguna, el prototipo de la excelencia deportiva es el atleta jamaiquino Usain Bolt, quien en los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008 consiguió tres medallas de oro y tres récords mundiales que lo consagraron como el velocista más completo de la historia deportiva y olímpica.
Para el 2009 en los Mundiales de Atletismo de Berlín, Bolt rompió sus marcas en los 100 y en los 200 metros lisos, e hizo un tiempo de 9,58 y 19,19 segundos respectivamente. Tras su asombrosa hazaña en los Juegos Olímpicos de Londres del 2012, en los que repitió su proeza de Beijing al obtener medallas de oro en los 100 y los 200 planos y en los relevos 4X100 fue exaltado por la prensa deportiva como leyenda viva en los anales del deporte.
Para dimensionar la proeza de Bolt, necesariamente, hay que remontarse al tiempo registrado por Jesse Owens (10,20 segundos) en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 hasta el récord de Bolt en Beijing (9,69), tuvieron que transcurrir 72 años de competición para restar 51 centésimas de segundo a la lucha del atleta contra el reloj en la prueba reina del atletismo.
En otras disciplinas deportivas merece un capítulo aparte el nadador estadounidense Michael Phelps quien posee el récord de mayor cantidad de medallas de oro en unos Juegos Olímpicos con 19 medallas de oro. Pero cabe indicar que por más encumbradas y asombrosas que parezcan las marcas establecidas por estos campeones siempre quedará abierta la posibilidad de que algún día sus registros sean igualados o superados, sin pensar jamás que se puede lograr metas que sus limitaciones humanas no les son permitidas.
El debate está abierto y es incierto. Incluso puede haber predominancia genética. Al respecto, el Dr. Vizuete aseguró: “Totalmente, existen genes para ser velocista, fondista, nadador o tenista. Es genético de verdad”. “En muchas cosas nosotros también tenemos una memoria genética en la cual nos basamos” recalca el Dr. Vizuete quien además explicó: “Si yo tengo un gen que hace que tenga más fibras rojas seré un fondista como Rolando Vera o si tengo un gen como fibras blancas, seré un Ben Jonson en velocidad hay genes que nos dan la capacidad de practicar uno u otro deporte. Por lo tanto, un gen como el de Rolando Vera nunca podrá hacer velocidad y Usain Bolt jamás podrá hacer maratón en buen tiempo. Claro que es genético”.
Sin embargo, no todo está en los genes. También existen factores sociales a lso qu se suman las técnicas de entrenamiento. Otro de los detalles de un óptimo rendimiento deportivo radica en el tiempo dedicado al descanso. En este apartado y según la investigación realizada por David Dinges, profesor de Psicología de la Universidad de Filadelfia, el límite óptimo de productividad del ser humano se sitúa en las 12 horas.
No obstante, la lesión del atleta francés, no ha sido el único momento impactante en esta edición de los Juegos Olímpicos que se desarrollan por primera vez en territorio sudamericano.
Pero, lo más importante después de una caída es saber levantarse y eso es lo que hizo Samir Aït Said quien publicó un video a su cuenta de Facebook
Allí, se puede observar a Samir Aït Said en la camilla del hospital pocas horas después de haber sido operado. Desde el hospital, el deportista francés aprovechó para enviar un mensaje a las millones de personas que le han enviado mensajes de ánimo en las últimas horas. “Realmente sus palabras me llegaron al corazón y esto me ha ayudado a levantar el ánimo”, explica a Samir Aït Said en el video y añade “todo ha salido muy bien y espero estar de vuelta a mi país muy pronto.
“Todo ha ido muy bien por lo que estoy muy feliz”. El francés aseguró que pronto regresará a competir. El próximo objetivo de este atleta es Tokio 2020. En el vídeo habla de sus aspiraciones para los próximos Juegos Olímpicos y afirmó “tan pronto como este de vuelta voy a intentar luchar por el oro olímpico. Gracias a todos”.