Juan Carlos Ayala fue capitán de Aucas entre 1991 y 1999, cuando se retiró del fútbol. Foto: EL COMERCIO
Juan Carlos Ayala nació en Quito el 9 de agosto de 1964, jugo en Aucas entre 1991-1999, excepto en 1993 que fue al Espoli. Además fue su capitán.
¿Qué significó Aucas en su carrera profesional?
Una etapa muy importante en mi carrera futbolística que ayudó a desarrollarme en el ámbito personal y profesional. En 1991, que llegué, ascendimos a la Primera A. Ese año se inauguró el estadio y siempre sentimos el calor de la hinchada que nos apoyó todo el año, nos hizo sentir locales; el jugador se siente fácilmente identificado con el hincha y lo único que queríamos es darle alegría. En el sur, los domingos cuando jugaba Aucas, se vivía una fiesta que la disfrutábamos todos. Los hinchas saben valorar el esfuerzo y garra que ponemos los futbolistas en cada jugada, así como también desaprueban cuando un jugador no entrega su mejor esfuerzo.
¿Por qué se tornó difícil jugar en Aucas en los noventa?
No diría difícil, pero sí de gran responsabilidad porque Aucas hasta ese entonces era el equipo ascensor, subía y bajaba de categoría constantemente, y a partir de 1991 empezó una época de estabilidad. Se inició un proceso sostenido con jugadores jóvenes que años más tarde salieron a reforzar a otros clubes y se convirtieron en figuras, pero ellos dieron sus primeros y mejores años en Aucas. Año a año se contrataron técnicos que sumaron cosas positivas y ayudaron a formar a los jugadores. Se inició con un sistema de semiconcentración durante la semana, que fortaleció el trabajo de los técnicos en el crecimiento y profesionalización de jugadores.
¿Cómo ha seguido desde Mozambique la campaña de Aucas que lo tiene a 6 puntos de la Primera A?
Con mucha expectativa, todas las semanas estoy pendiente de los resultados y sigo todas las noticias del equipo. Con Internet, la comunicación e información es amplia, diversa y al instante. Pienso que después de haber jugado tanto tiempo uno sigue ligado siempre al fútbol, y en especial por el cariño que tengo por Aucas.
¿Qué transmite Juan Ramón Silva a los jugadores?
Ayuda al crecimiento de los jugadores como profesionales, incrementa sus capacidades, sin embargo lo más importante es que ayuda a los jóvenes a crecer como hombres de bien, íntegros. Eso crea un vínculo importante que hace que el jugador entregue todo dentro de la cancha, él cree firmemente en los jugadores jóvenes y sabe cómo sacar lo mejor de ellos.
¿Cómo calificaría el sistema que Juan Ramón Silva implementa en Aucas?
A los técnicos les gusta que su equipo practique el fútbol como ellos lo hacían. Juan Ramón fue un referente del futbol uruguayo por su calidad, entrega y coraje, características del fútbol uruguayo, él busca eso precisamente en sus equipos, lucha constante en todos los sectores de la cancha, recuperar la pelota lejos de su arco y cuando la tiene le gusta que su equipo juegue a uno o dos toques con profundidad, eso hace que un equipo sea rápido, explosivo y que cambia rápidamente de una posición defensiva a una posición ofensiva. Le gusta que su equipo juegue siempre ordenado, en todos los sectores de la cancha.
En un plantel joven y sin jugadores de renombre¿el trabajo en equipo es clave?
Indudablemente que la fortaleza de Aucas ha sido el trabajo de su cuerpo técnico. Juan Ramón, en la parte física, tiene un soporte muy grande en el profesor Jorge Hernández, mucho más hoy cuando las capacidades físicas predominan en el fútbol.
Cuando un equipo está convencido de su objetivo lucha cada momento, dentro y fuera de la cancha por conseguirlo; con la capacidad del cuerpo técnico y el respaldo de la dirigencia estoy seguro que este equipo joven está convencido de lo que quiere, primero como grupo y luego lo que quiere cada uno de los jugadores.
¿Cuáles han sido las claves para lograr esta campaña?
Ha sido una campaña sostenida en un trabajo muy bien planificado, iniciando por Ramiro Gordón que realizó la elección correcta en el cuerpo técnico y brinda la seguridad y respaldo económico que todo equipo necesita. El cuerpo técnico ha trabajado con la gente joven, realizando una campaña muy pareja sin altos ni bajos para que Aucas se encuentre ahora en esta posición.
¿Cómo se viven estos momentos de tensión en los camerinos con una hinchada que siempre espera más?
Hoy que los resultados se vuelven determinantes, la presión sobre los jugadores sube mucho, la hinchada se desespera, quiere que el equipo ya esté ganando desde antes de salir a la cancha. Ahora es cuando la hinchada debe jugar un factor determinante y tener más calma porque es un equipo joven y muchas veces no se sabe cómo reacciona un jugador joven ante demasiada presión; estoy seguro que internamente deben estar trabajando en eso.
Usted fue el ídolo del ídolo, ¿cómo recibía esos gestos de la hinchada?
Para Aucas solo tengo palabras de gratitud, por el trato que me dio la hinchada, siempre reconoció y valoró el esfuerzo y las ganas que yo ponía dentro de la cancha. La mejor forma de devolver esos gestos de cariño era entregarles una victoria o la camiseta mojada con el esfuerzo. El hincha del Aucas es feliz viendo a su equipo y disfruta cuando gana, y sufre cuando pierde.
Datos
Jugó: En Universidad Católica: 1983-1990 y luego en 2001-2003.
Actualidad: Vive en Maputo, Mozambique, con su esposa que fue contratada por una multinacional. El “Ratón” Ayala trabaja con escuelas de fútbol.
Entrenador: Fue Asistente Técnico en Aucas en el 2007, y también en las formativas de Espoli.Introduzca el texto aquí