Jeep Grand Cherokee. Foto: cortesía Corporación Maresa
La cuarta generación de este modelo mantiene el equilibrio perfecto entre lujo y capacidades off road que estableció el primer Grand Cherokee en 1993.
No obstante, ahora cobijado bajo el paraguas de Fiat, el fabricante estadounidense Jeep imprime un toque aún más refinado a sus vehículos, pero sin renunciar a la clásica robustez y poderío mecánico que los caracteriza.
A juzgar por los crecientes índices de ventas de la marca, en los que se incluye al Grand Cherokee, esta fórmula ha tenido éxito entre los clientes nuevos y tradicionales, que han respondido favorablemente a la nueva propuesta.
Por esa razón, más que un referente, el Grand Cherokee es un ícono en su exclusiva categoría, que incluye a muy pocos vehículos.
Las dimensiones de este modelo se incrementaron en relación con las del de tercera generación. El ejemplar de estas páginas mide 4,82 metros de largo, 1,73 de alto, 1,94 de ancho y 2,96 de distancia entre ejes, lo cual se traduce en un amplio espacio interior tanto para los ocupantes de las cinco plazas como para la carga del maletero.
Tres variantes componen la gama del Jeep Grand Cherokee, las cuales tienen el mismo motor y transmisión pero difieren en la disponibilidad de tracción en dos o en las cuatro ruedas y en los elementos del equipamiento.
Eso sí, elementos tales como los frenos ABS con EBD, controles de estabilidad y tracción, asistentes en pendientes y descensos y los airbags frontales, laterales tipo cortina y de rodilla están disponibles desde la versión base.
Ficha técnica
Motor: 3,6 litros V6 24v VVT
Potencia: 290 caballos a 6 350 rpm
Torque: 350 Nm a
4 300 rpm
Transmisión: automática de 6 marchas
Llantas: 265/60 R18